Jesús el Buen Pastor, se presenta como un pastor que se preocupa de los débiles, de la oveja perdida, de cuando tenemos problemas. El Buen Pastor nos ama
Domingo del Buen Pastor ¿Por qué Jesús es el Buen Pastor?.
La celebración de Jesús, el Buen Pastor, se celebra en el IV Domingo de Pascua. Se le conoce como "El Domingo del Buen Pastor", y en este día, se lee el pasaje del Evangelio del Buen Pastor en la liturgia de la Celebración de la Santa Misa. "Yo soy el Buen Pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas". (Juan 10,11). Jesús se presenta como el Buen Pastor porque ama a su pueblo y quiere conducir a todas las ovejas hacia el amor de Dios Padre. Un Pastor que se encarga de sus ovejas y las cuida a una por una. Jesús, el Buen Pastor, ama a cada una de las personas que acuden a Él y que se sienten como perdidas en este mundo. Es el Buen Pastor que ofrece los mejores consuelos.
En el Evangelio de San Juan (10,27-30) escuchamos a Jesús presentarse como el Buen Pastor, ese humilde Pastor que se encarga completamente de todas sus ovejas, las conoce, las cuida, mira que no les falta nada y da la vida por ellas. Sus ovejas escuchan su voz, Él las conoce y ellas lo siguen. La Figura del Buen Pastor que nos regala Jesús es la de un amigo entregado en amor por aquellos que ÉL ama y le aman a ÉL.
El Buen Pastor.
Aunque el título, el Buen Pastor, solo se encuentra en el Nuevo Testamento, Jesús estaba intencionalmente llegando al Antiguo Testamento con estas palabras. Al llamarse a sí mismo el Buen Pastor, Jesús estaba reclamando ser el Mesías que las escrituras predijeron.
Jesús se presenta a sí mismo como el Buen Pastor en el Evangelio de San Juan. Su reclamo a este título no es una casualidad. La afirmación de Jesús de ser el Buen Pastor tiene un significado que es a la vez profundo y amplio. Cuando Jesús afirmó ser el buen pastor, estaba hablando con los fariseos que decían conocer las escrituras.
El libro de Ezequiel es una profecía sobre pastores y ovejas. Esta profecía se refiere a los pastores que eran supervisores del pueblo de Dios, y a otro pastor que vendría más tarde. El pastor que vendría después era el Mesías que Israel estaba esperando.
Cuando Jesús se presentó ante el pueblo Judío y ante los fariseos como el Buen Pastor, Él estaba indicado que se estaba cumpliendo la profecía. Eran muchas las personas que venían de lejos para escuchar a Jesús: de Siria, de Jerusalén. Y decían admiradas: "Nunca nadie ha hablado como Él".
El evangelio de Juan narra el ascenso en popularidad de Jesús con muchos milagros realizados desde las Bodas de Caná (Juan 2) hasta la Multiplicación de los Panes (Juan 6). Pero, después de tanto prestigio popular, se produce un claro enfrentamiento entre Jesús y los líderes judíos ¿Envidia? ¿Miedo a perder poder? ¿Miedo de que los fuera a reemplazar? En este contexto Jesús les presenta la bella Parábola del Buen Pastor.
¿Qué dice la Parábola del Buen Pastor?
Hay que recordar que en tiempo de Jesús, los pastores, que tenían sus propios rebaños, los llevaban a pasar la noche a un gran redil, que era custodiado por uno o varios guardas.
Por la mañana, cada pastor llamaba en el redil a sus ovejas, las ovejas conocía la voz de su pastor, salían alegres con él, porque las conducía a los mejores pastos.
¿Por qué Jesús eligió la figura del Buen Pastor?
El título de: El Buen Pastor es un título bíblico. En la Biblia se dice que Dios es como el Pastor de su pueblo (Ezequiel 34; 36; Jr 23 y el famoso salmo 23).
Este título se aplicó primero a los jefes de Israel, como David, que debían actuar como un Pastor puesto por Dios. Pero, como muchos reyes de Israel no se preocuparon realmente de las ovejas, sino que se aprovecharon de ellas, Dios prometió que Él mismo vendría como Mesías a cuidar a su pueblo, a proveer a sus necesidades y a administrarle verdadera justicia (cf Ezequiel 34,11-31).
Desde el profeta Miqueas (2,12-13) comienza a abrirse paso en la mentalidad israelita la idea de un mesianismo de los pobres, en el que un resto del pueblo de Israel, cautivo en Babilonia, es el portador de las promesas mesiánicas del Reino (Sofonías 3,11-13).
Y Jesús se reconoció en ese mesianismo pobre y no en el mesianismo triunfalista que esperaban otros sectores de la sociedad de su tiempo, como los líderes judíos y muchos otros.
De esta forma, Jesús, al llamarse el Buen Pastor, reivindica para sí el lugar del Mesías y de Dios. Él es el pastor enviado por Dios para visitar y buscar sus ovejas perdidas. Es Dios revestido de amor que viene a recibir a todos los hijos pródigos. Y por extensión es el nuevo pastor del nuevo pueblo de Dios, de su Iglesia, de todos, aun de los que viven fuera, de los perdidos, de los que no tienen pastor. A todos los quiere salvar y cuidar.
¿Por qué los líderes judíos son como los ladrones y asalariados?
Los ladrones y bandidos no pueden soportar a un buen pastor, porque un buen pastor no les deja cometer sus fechorías. La predicación y el ejemplo de Jesús amenaza su poder.
Los líderes judíos vienen a Jesús no para buscar la verdad, sino para entramparlo, desprestigiarlo y condenarlo. Buscan su destrucción. No les interesa el bien de Jesús ni el de sus seguidores. Lo que pretenden es que los seguidores de Jesús lo abandonen.
Otras voces y pastores distintos a Jesús.
La voz del dinero, de la corrupción, del sexo extramatrimonial, de la mentira, de los falsos amigos, de los miedos y apetitos, la voz de la rabia y la rebeldía, de la injusticia y de la muerte, la voz de los santeros. Estas son voces tentadoras, que desvían a la gente, y no hay que hacerles caso.
¿Cuál es la verdadera voz del Pastor?
La voz de nuestro Pastor es la voz de Jesús, que nos ama y nos llama. Él es la Palabra. Este Hijo de Dios se hizo hombre para dar a conocer a Dios-Padre y darnos vida en plenitud, la vida eterna. Él se preocupa de los más débiles, de los enfermos, de la oveja perdida, de cuando tenemos problemas.
Nosotros obtenemos la vida eterna creyendo en Jesús, y acogiéndolo en nuestra propia vida, teniendo una duradera y fructífera relación personal con Él. De esta forma nos capacita para convertirnos en hijos adoptivos de Dios. Él nos habla.
El comienzo de una amistad y de un amor está siempre en la escucha de una palabra, de un saludo, de una invitación. La escucha es el abono que hace fértil una relación humana y también una relación divina. Que Jesús, el Buen Pastor, nos siga pastoreando con su amor y su misericordia.
Jesús, el Buen Pastor de tu vida.
La celebración del Domingo del Buen Pastor viene a traer esperanza a nuestra vida. Nos presenta a Jesús, el Buen Pastor, como el único Pastor que necesitamos desesperadamente para nuestras vidas. Él dio su vida por nosotros. El verdadero pastoreo es una vida de entrega total. Las ovejas sin pastor no tienen defensa contra los lobos de este mundo. Nuestra tierra se ha convertido en una tierra de huérfanos; los niños se han quedado huérfanos de padres vivos, los sacerdotes se han aislado de sus hermanos en el sacerdocio. Las ovejas están sin pastor.
Al celebrar el Domingo del Buen Pastor, estamos llamados a recordar, en primer lugar, que Jesús entregó la vida por amor a cada uno de nosotros, ovejas descarriadas. Nuestro Buen Pastor, Jesucristo, nuestro Señor y redentor, nos ha revelado su gran misericordia a través de su vida, pasión, muerte y resurrección. A través de su Encarnación quiso entrar a nuestras vidas para que lo veamos como ese Pastor y amigo. Él mismo se ha esforzado por guiarnos y ser nuestro punto de referencia en la vida, para que, a través de Él, podamos sentir y conocer verdaderamente su presencia entre nosotros. Nuestro Señor, el Buen Pastor, nos busca incansablemente como el pastor de su parábola, que buscaba a sus ovejas, sobre todo, a las que se encuentran perdidas.
Que el Señor, nuestro Buen Pastor, esté siempre con nosotros, y que nos haga llegar la fuerza de su amor a todos nosotros, su amado rebaño y ovejas, para que todos permanezcamos en su amor, y sigamos amándole para siempre. Amén.
Oración a Jesús, el Buen Pastor.
Señor Jesús, Tú eres el alivio de alma, quien me hace descansar en verdes praderas. He conocido el miedo, pero también he conocido tu fuerza para consolarme. He conocido el hambre, pero Tú eres el gran proveedor que pones un festín ante mí. En el valle más oscuro, ninguna calamidad de la humanidad o de la naturaleza me puede separar de tu amor. Enséñame a caminar como tú lo haces. Que pueda conocer la alegría verdadera de tenerte, la fuerza de tu compañía, los consuelos de tus maravillas.
Así como tu bondad y tu amor me cubren como un Buen Pastor, ayúdame también a mí a ser un Buen Pastor para los míos. Ayúdame a reconocer tu voz en todo momento. Pues tu voz es guía y sabiduría. Tu voz de Buen Pastor trae seguridad a mi vida.
No temeré ningún mal a tu lado, ni la plaga, ni la peste, la epidemia, la enfermedad, ni los que se ensañan contra mí. Sé que puedo acudir a ti, Buen Pasto, en todo momento de mi vida, porque me cuidas como a tu oveja más preciada.
Oh Padre bueno, quiero descansar en ti, descansar en tu amor, descansar en las aguas tranquilas y mansas de Jesús, el Buen Pastor. Amén.
Oración Jesús Buen Pastor en audio.
Puedes escuchar la oración a Jesús el buen Pastor en audio para meditar en todo momento.
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