Milagro de la Virgen de Fátima al esposo que no quería tener más hijos

Quiero contarte ese hermoso testimonio del milagro de la Virgen de Fátima al esposo que no quería tener más hijos. ¿Puede nuestra Madre, nuestra Señora de Fátima, obrar de forma poderosa por intercesión para que un milagro de Dios sea derramado sobre una familia? A veces, de esas situaciones difíciles y desesperantes, Dios siempre puede sacar grandes cosas. Inimaginables muchas veces.

Los milagros con las apariciones de la Virgen de Fátima.

¿Sería la paz mundial un milagro más grande que el Sol bailando en Fátima ante miles de personas que lo presencia?

Los rezos de Fátima, junto con el rosario, son parte de lo que se ha llamado el Plan de Paz de Nuestra Señora de Fátima desde el Cielo.

La Santísima Virgen María se apareció a tres niños pastores, Lucía dos Santos y sus primos Jacinta y Francisco Marto, seis veces en 1917 en la Cova da Iria cerca de la ciudad de Fátima en Portugal con mensajes para acercarnos a Dios.

Los niños habían tenido visiones sobrenaturales el año anterior cuando un ángel los visitó tres veces en 1916. Se llamó a sí mismo el Ángel de la Paz y les enseñó la primera de estas oraciones de Fátima, también conocida como la Oración del Perdón: "Dios mío, yo creo, te adoro, te espero y te amo! Pido perdón por aquellos que no creen, no te adoran, no te esperan y no te aman".

En esta publicaciones podrás conocer más a fondo el mensaje de Nuestra Señora de Fátima y sus apariciones.

Los anteriores fueron tan solo algunos de los Milagros que pudimos apreciar con la Venida de la Virgen de Fátima. Luego de este evento, se han desarrollado muchos más, milagros personales, familiares, matrimonios restaurados, hijos regresando al hogar.

Quiero contarte esta valiosa historia. Es un testimonio precioso de cómo nuestra Señora de Fátima, intervino en una humilde familia para el bien de muchos.

Historia de la Virgen de Fátima y el esposo que no quería más hijos.

El primer hijo se hizo querer y nació a los dos años de casados. Ambos se sintieron muy felices, pero el padre sobre todo. Eran los tiempos en que los varones eran más esperados.

Al poco tiempo la mujer se volvió a quedar embarazada y aquello originó el primer gran disgusto del matrimonio. Él venía de casa grande y no quería hijos porque no los iba a poder tener "cómo él había vivido en casa de sus padres".

A pesar de todo y cumplido el tiempo nació un segundo varón. Pasaron los años y era una familia normal, como tantas otras. El padre trabajaba en el hospital y luego tenía una consulta en su casa. Ella era maestra y organizaba en su casa clases para preparar oposiciones y para administrativos de empresas.

El esposo que no quería tener más hijos.

Después de ocho años la mujer se volvió a quedar embarazada. Por lo visto la situación llegó a extremos indescriptibles y el esposo suministró a su esposa productos, a los que tenía acceso por su profesión, con el propósito de que ella abortara ¡Pero no lo consiguió!

Eran aquellos tiempos en que las mujeres no contaban para la sociedad y, aunque ella se resistiera y protestara, no servía de mucho. El esposo lo intentó una segunda vez y tampoco lo consiguió.

Al tercer intento la mujer se plantó firme y le dijo a su esposo que no consentía su deseo de abortar a su bebé y que no lo intentara más, que estaba visto que Dios no quería que él se saliera con la suya y que ella no le iba a dejar.

Aquella oposición, supuso un tremendo disgusto entre ambos, hasta el punto de que ella pensaba en la separación, aunque para entonces, esto no estuviera bien visto en la sociedad.

El Milagro de la Virgen de Fátima.

Con aquellos intentos en su cuerpo y su inmenso dolor en el alma, la mujer continuó adelante con su gestación sin saber qué daño pudo haber provocado a su bebé aquellos productos que su esposo le había suministrado

Por aquellos días la imagen peregrina de la Virgen de Fátima fue a Sevilla, España. Y a la señora no se le ocurrió otra cosa que irse a la plaza de España, donde estaba la imagen, en pleno mes de abril, a pedirle a su Madre que, con todo lo que había pasado, aquella criatura que ella llevaba en su seno, naciera al menos normal.

Ella narra que, mientras estuvo en la plaza, perdió la noción del tiempo y del lugar, que solamente sentía que estaban ellas dos hablando, la Virgen y ella, y era como que si la multitud que se movía a su alrededor habían desaparecido. Ella no sabe cuánto tiempo estuvo allí, ni si cantó o rezó en voz alta, ella solo sabía de su dolor y que la Virgen la podía ayudar.

Aquella mujer regresó a su casa reconfortada y siguió con su vida normal. Cuando llegó aquel esperado momento, dio a luz a una criatura. Fue una niña, normal, quien es ahora la que escribe estas líneas, con sus brazos y sus piernas y con todo lo demás en condiciones.

La mujer no se lo creía, la alegría la embargaba. Sabía que era domingo porque sus hijos habían ido a su colegio para la Misa, pero cuando se dio cuenta de la fecha que era por poco no le da algo.

Aquella niña normal, gracias a la intervención de la Virgen, había nacido un trece (13) de mayo, fiesta de la Virgen de Fátima. ¿Alguien se atreve a decir que fue casualidad?.

Cada día estamos más convencidos de la grandeza de Dios todos los que conocemos esta historia. Aquel hombre, con su visión recortada, sirvió de instrumento para demostrar que por encima de nosotros, siempre está Dios. Es por eso que, aunque atravesamos momentos difíciles siempre encomendarnos a nuestra Madre.

Oración a la Virgen de Fátima por un milagro en la familia.

Oh Reina del Santo Rosario, Dulce Señora de Fátima, que te has dignado a aparecerte en la tierra de Portugal con un mensaje de esperanza para el mundo y para la restauración de la paz en los hogares y en la familia, te entrego hoy a mi familia, cuídala, protégela bajo tu mano.

Te suplico, dulce Virgen de Fátima, que mires con tus ojos de bondad a mi familia, a cada uno de sus miembros, y con el poder que Dios te ha conferido, ilumina sus senderos y danos unidad en el hogar.

Levanta de las profundidades del abismo a aquel que nosotros que haya caído en desgracia. Lo entregamos en tus manos para que lo presentes ante el trono de Dios y pueda ser liberado de todos sus vicios y ataduras, para que, siendo renovado en el amor de Dios, pueda ser restaurada nuestra unión familiar.

Devuelve la paz a los corazones heridos en cada familia, especialmente la nuestra. Que nos llenemos del gozo eterno de los Cielos, mientras te veneramos y hacemos de Ti nuestra mayor devoción para alcanzar el Reino de Dios.

Te saludamos, Virgen de Fátima bendita. Eres la Reina de la paz en nuestro hogar. Oh, Nuestra Señora del Rosario, ruega por todas las familias y matrimonios del mundo. Dulce Corazón de Jesús, sé mi amor. Dulce Corazón de María, sé mi salvación. Amén.

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Esperamos que, habiendo conocido este testimonio sobre el milagro de la Virgen de Fátima al esposo que no quería tener más hijos, te dé un claro ejemplo de cómo una situación puede cambiar para bien, con la ayuda de Nuestra Señora, aunque muchos otros se opongan.

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