A veces somos rápidos en opinar y también para juzgar sin conocer la realidad. Cultivemos la prudencia y misericordia. No juzgues a nadie antes de tiempo
No juzgues a nadie antes de tiempo. No juzgar sin conocer.
No juzgues a nadie antes de tiempo ¿Pero es que sí debemos juzgar a las personas después? Eso puede sonar extraño para ti porque Jesús dijo que no deberíamos juzgar a nadie, ¿cierto? De hecho, las dos primeras palabras en Mateo 7 son Jesús diciendo: "Deja de juzgar". Así lo dice la Sagrada Escritura: "No juzguen, para no ser juzgados. Porque con el criterio con que ustedes juzguen se los juzgará, y la medida con que midan se usará para ustedes." (Mateo 7,1-2) ¿Pero qué significa realmente este "no juzguen"?.
Sin embargo, hay varios pasajes en las Escrituras que nos dicen que si debemos juzgar, pero no las personas, sino las "ACCIONES". Pueden encontrar esto en Lucas 17,3, donde Jesús nos exhorta: "Si tu hermano peca, repréndelo, y si se arrepiente, perdónalo."
En la primera Carta a los Corintios 15,14, el Apóstol San Pablo también nos dice algo similar: "Algunos de ustedes, pensando que yo no regresaría, se han llenado de orgullo. Pero pronto iré a verlos, si así lo quiere el Señor, y entonces los juzgaré, no por sus palabras, sino por el poder que tienen". (1 Corintios 4,18-19)
Entonces, ¿qué hacemos? Se supone que no debemos juzgar. ¿Cómo respondemos a la llamada de Jesús a "amarnos los unos a los otros" (Juan 13:34) pero juzgando y corrigiendo fraternalmente a los hermanos de las malas actitudes?
Es por ellos que no debemos juzgar a nadie antes de tiempo. Por tanto, quiero ofrecerles un gran ejemplo extraído del Blog de Fray Nelson Medina, OP, en el que nos explica de un modo sencillo porque no hay que juzgar antes de tiempo.
Nunca juzgar antes de tiempo.
Un médico entró en el hospital de prisa después de haber sido llamado a una cirugía urgente. Él contestó a la llamada lo antes posible, se cambió de ropa y se fue directamente al bloque de la cirugía.
Encontró el padre del niño ir y venir en la sala de espera para el médico. Una vez al verlo, el padre gritó: "¿Por qué tomaste todo este tiempo por venir? ¿No sabes que la vida de mi hijo está en peligro? ¿No tienes sentido de la responsabilidad?"
El médico sonrió y dijo: "Lo siento, yo no estaba en el hospital y me vine lo más rápido que pude después de recibir la llamada... Y ahora, me gustaría que se calme para que yo pueda hacer mi trabajo"
"¿Qué me calme? ¿Qué pasaría si fuera su hijo el que estuviera en esta habitación ahora mismo? ¿Estarías calmado?" Si su hijo se estuviera muriendo ahora qué harías?", Dijo el padre enojado
El médico volvió a sonreír y contestó: "Vamos a hacer todo lo posible, con la gracia de Dios."
"Dar consejos cuando no estamos en cuestión es tan fácil", murmuró el padre.
La cirugía se llevó algo más de una angustiosa hora; al final el médico salió feliz: "¡Gracias a Dios! ¡Su hijo se ha salvado!"-
Y sin esperar la respuesta del padre el doctor muy apurado, mira su reloj y sale corriendo. Mientras se marchaba le dijo "Si tiene alguna pregunta, diríjase a la enfermera."
"¿Por qué él es tan arrogante? No podía esperar algunos minutos más para preguntarle sobre el estado de mi hijo?"
La enfermera respondió, con lágrimas en su rostro: "El hijo del doctor murió ayer en un accidente de carretera, y el médico estaba en la funeraria cuando usted le llamó para que realizara la cirugía de su hijo. Ya le salvó la vida a su hijo, déjelo ir. Se fue corriendo para terminar el entierro de su hijo".
Nunca juzgues a nadie antes de tiempo. No juzgar, es mejor cultivar la prudencia y la misericordia.
Juzgar sin conocer los hechos está mal.
Los juicios son malos cuando los apartamos del Señor (1 Corintios 2:14-15). Dios raramente quiere que hagamos declaraciones generales, porque a menudo nos llevan a confiar en esas declaraciones en vez de en Dios.
Seamos más conscientes de nuestros juicios y llevémoslos ante Dios. Es más que probable que revelen áreas de nuestros corazones que han bloqueado a Dios para que no se mueva en nosotros.
Dios es tan amable. Quiere revelar esas áreas, no para castigarnos, sino para liberarnos. Tiene un plan maravilloso para nuestras vidas. Vamos a quitar todo lo que está en nuestra vida.
¿Juzgando por la apariencia?
Cuando el profeta Samuel fue enviado a ungir un nuevo rey para reemplazar a Saúl, cayó en una trampa común. No se trata de la apariencia, el semblante, la altura o la estatura. Se trata del corazón.
Cuando llegaron, Samuel echó una mirada a Eliab y pensó: "¡Seguramente este es el ungido del Señor!"
Pero el Señor le dijo a Samuel: "No juzgues por su apariencia o su altura, porque lo he rechazado. El Señor no ve las cosas como tú las ves. La gente juzga por la apariencia exterior, pero el Señor mira el corazón." (1 Samuel 16:6-7) Todo esto nos demuestra entonces que: No juzgues a nadie antes de tiempo. Actúa con prudencia siempre.
Recursos sobre no juzgar.
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Oración para liberarse de la tentación de juzgar y condenar a los demás
Juzgar, es una cosa que hacemos con mayor frecuencia. No debemos hacerlo. Oración para no juzgar a los demás, jamás señalar ni condenar
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Papa Francisco: antes de juzgar a los demás debemos mirarnos primero en el espejo. Nunca juzgar a otros. Es una hipocresía si juzgamos