Para todos los que vivimos momentos increíblemente difíciles, Dios nos deja una promesa: Te basta mi Gracia, porque mi poder de TRIUNFA en la debilidad
El poder de Dios TRIUNFA en la debilidad y en el Sufrimiento.
No importa lo que podamos estar atravesando en este momento, esa dificultad que parece imposible de superar, ese sufrimiento que parece que va en aumento cada día. Todo eso que vivimos y experimentamos, tal vez es una oportunidad que Dios nos da para que nuestra fe se fortalezca y que podamos sentir su amor en mayor medida. Tenemos una certeza que Dios nos dejó en las palabras del Apóstol San Pablo: "Te basta mi Gracia, porque mi poder de TRIUNFA en la debilidad" (2 Co 12,9) Al respecto de esto, también el Apóstol Santiago nos dejó una promesa preciosa: "Feliz el hombre que soporta la prueba, porque después de haberla superado, recibirá la corona de Vida que el Señor prometió a los que lo aman" (Santiago 1,12)
¿Amamos al Señor con todas nuestras fuerzas? Entonces, no dejemos entonces de alabar el Santo Nombre de Jesús en todo momento, porque Él nos sigue amando. Su amor perdura para siempre y está siempre presente, y mucho más cuando enfrentamos alguna adversidad y nos tomamos de su Mano. Para esos momentos, aunque pueda parecer difícil, es cuando más debemos unir nuestro corazón al Señor a través de la oración. Recomiendo unir nuestra voz al Salmista para decir:
"¡Den gracias al Señor, porque es bueno, porque es eterno su amor! ¡Den gracias al Dios de los dioses, porque es eterno su amor! ¡Den gracias al Señor de los señores, porque es eterno su amor! Al único que hace maravillas, ¡porque es eterno su amor!, al que hizo los cielos sabiamente, ¡porque es eterno su amor!" (Salmo 136,1-5)
El poder de Dios TRIUNFA en la debilidad.
Todo momento es bueno para alabar al Señor, sea cual sea esa dificultad que se presente, recordemos que "el poder de Dios TRIUNFA en la debilidad". (Cfr. 2 Co 12,9) Y no tenemos por qué sentirnos solos en esa circunstancia que parece encajonarnos la vida. Dios tiene el conocimiento de todo el panorama de nuestra situación, y Él conoce el tiempo preciso para manifestar su poder y su Gracia a través de ese sufrimiento.
Sea lo que sea que estemos experimentando, ya sea un momento increíblemente difícil en la vida, o algo imprevisto que vino a sacudir nuestras seguridades, respiremos profundamente, pronunciemos el Santo Nombre de Jesús, creamos en el amor eterno de Padre y demos gracias por la vida, porque más pronto que tarde, si mantenemos la fe y lo creemos de corazón, se romperán todas esas cadenas y quedaremos liberados en el amor del Señor.
Creer en que el poder de Dios triunfa en la debilidad, no nos quitará los problemas de inmediato, pero estoy seguro de que Él nos hará llegar toda su fuerza y su gracia para atravesar este momento ¡Yo así lo creo! Que María Santísima nos haga llegar todos sus consuelos.