El poder de Jesucristo, Rey del universo, se revela en la debilidad. Si piensas que esta vida es el único reino que existe, pues hay algo más por venir ¡Cristo Rey!
Cristo Rey revela todo su Poder en la Debilidad.
La Fiesta de Jesucristo, Rey del Universo en la Iglesia Católica, es celebrada en la última semana del año litúrgico. El poder de Jesucristo Rey se revela en la humildad y la humillación, no es un poder tangible como lo podemos apreciar en el mundo, lo que significa que la próxima semana inicia el nuevo año litúrgico con el primer domingo de Adviento.
Seguro piensas ¿Adviento? ¿Tan pronto? ¿Cómo puede ser Navidad otra vez tan rápido? ¿No fue Navidad hace como tres meses? ¡Caramba, el tiempo vuela demasiado rápido en estos días!
El poder de Jesucristo Rey.
El tema de esta semana es que Jesucristo es el Rey de reyes y Señor de señores. En la primera lectura, el profeta Daniel describe una visión que tuvo: "Vi a alguien semejante a un hijo de hombre, que venía de entre las nubes del cielo... Él recibió la soberanía, la gloria y el reino. Todos los pueblos y naciones de todas las lenguas lo servían".
En el salmo responsorial de esta semana, en el Salmo 93, proclamamos: "El Señor es el Rey de todos los reyes, revestido de poder y majestad".
En la segunda lectura, del Apocalipsis, San Juan escribió: "Jesucristo es el soberano de los reyes de la tierra, él viene entre las nubes, y todos lo verán"
La manifestación del poder de Jesucristo Rey.
Ahora, cuál es mi idea de Cristo Rey después de estas lecturas: el poder, la majestad, la gloria, todo el mundo inclinándose ante él. Así que, después de estas tres secciones diferentes de la Escritura, estamos listos para el paso real definitivo, la lectura del Evangelio de Juan.
- En esta lectura, nuestro Rey de reyes, Señor de señores, es vestido espléndidamente con una túnica sencilla y polvorienta.
- Él se alza majestuoso, con cadenas en las muñecas y una cuerda alrededor de su cuello.
- Su gloria está representada por la sangre que corría por su frente y los moretones en su rostro.
- Su poder y dominio son evidentes por el hecho de que todos sus seguidores lo abandonaron.
Para colmo, nuestro Rey de reyes y Señor de señores, el gobernante del Universo, que reina sobre los reyes de la tierra por siempre jamás, demuestra su omnipotencia de pie ante un político de poca monta que se burla de Él, preguntándole: "¿Eres tú el Rey de los Judíos?"
¡Qué extraño es esto! ¿Celebramos la Solemnidad de Cristo Rey leyendo acerca del momento en que Jesús estuvo débil e impotente, despreciado y humillado, burlado por un grupo de líderes religiosos egoístas y políticos sin carácter? ¿Eso es ser un rey? ¿Qué pasa?
La clave de este rompecabezas es la declaración de Jesús a Poncio Pilato en el medio de la lectura del Evangelio. Jesús dijo: "Mi Reino no es de este mundo" Si eres de los que piensa que esta vida terrenal es el único reino existente que experimentaremos, tengo que aclararte que hay algo más por venir.
El Reino de Jesucristo Rey.
Nuestra vida natural aquí en la tierra, con todo su egoísmo, materialismo, lujuria, y búsquedas frenéticas de poder y prestigio, es realmente solo una breve sombra de nuestra verdadera existencia eterna: la vida en el mundo espiritual.
En el Reino espiritual eterno de Jesús, las actitudes que dominan son la humildad, no la ambición; dar con sacrificio, no la codicia; el amor, no la lujuria; la alegría serena, no el perturbador y frustrante vacío que define nuestra cultura secular actual.
En el reino de Jesús, él mismo, gobernante todopoderoso, voluntariamente da su vida por sus súbditos. Esto es verdadera realeza. Jesús es ese gobernante que está más preocupado por el bienestar de sus súbditos que por su propio bienestar. Esto es exactamente lo contrario de los gobernantes terrenales. Jesús nos dice claramente a través de los evangelios cómo podemos entrar en el gozo eterno de su Reino.
Si centramos todo nuestro tiempo y esfuerzo en asuntos mundanos, no solo tendremos que soportar el perturbador y frustrante vacío aquí y ahora, sino que también perderemos nuestra oportunidad de tener paz y alegría eterna. No cometas ese error fatal. Abraza todo el poder de Jesucristo, Rey del universo, él es el Rey de reyes y Señor de señores, de quien recibirás todas las fuerzas para afrontar todos esos valores contraculturales. Nunca te arrepentirás.
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