San Juan Pablo II: Quien recibe con fe el Cuerpo de Cristo se une íntimamente a Él, y en Él, a Dios Padre. Es el Sacramento del amor
Históricamente conocido por su nombre en latín, Corpus Christi, este día festivo destaca la presencia real de Jesús en la Eucaristía, - Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad. La palabra "Eucaristía" significa "acción de gracias". Viene del griego "eucharistein" y "eulogein", que "recuerda las bendiciones judías que proclaman, especialmente durante una comida, las obras de Dios: creación, redención y santificación". (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1328)
La noche antes de morir, Jesús compartió una última cena con sus Apóstoles en la Pascua Judía. Durante esta última cena, "tomó el pan, pronunció la bendición, lo partió y se lo dio, diciendo: "Esto es mi cuerpo, que será entregado por vosotros; haced esto en memoria mía". Y también la copa después de haber comido, diciendo:
"Esta copa es el nuevo alianza en mi sangre, que será derramada por ustedes" (Lucas 22,19-20)
A través de los Apóstoles, la Iglesia Católica ha seguido el mandato de Jesús de "hacer esto en memoria mía" por más de 2.000 años.
"Para dejarles una promesa de su amor y no apartarse nunca de los suyos y hacerlos partícipes de su Pascua, (Jesús) instituyó la Eucaristía como memorial de su muerte y resurrección, y ordenó a sus Apóstoles que la celebraran hasta su regreso; así los constituyó sacerdotes del Nuevo Testamento". (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1337)
Tomando su palabra cuando dijo: "Este es mi cuerpo" y "Esta es mi sangre", la Iglesia enseña que el pan y el vino se convierten en el Cuerpo y la Sangre de Jesús en cada misa. Aunque Cristo está presente de muchas maneras en su Iglesia, su presencia en la Eucaristía es única. Él "se hace total y completamente presente" en el pan y el vino. Por lo tanto, la Eucaristía es la "fuente y cumbre de la vida cristiana". (nº 1324)
A continuación, una explicación preciosa que nos regala San Juan Pablo II, sobre la Sagrada Eucaristía, en dónde nos describe al Cuerpo y Sangre de Cristo como un Sacramento del Amor por excelencia.
San Juan Pablo II: La Eucaristía es sacramento del amor
"La Iglesia y el mundo tienen una gran necesidad del culto eucarístico. Jesús nos espera en este sacramento de amor. No rechacemos el tiempo de ir a su encuentro en adoración, en contemplación llena de fe, y abierta a reparar las graves ofensas y crímenes del mundo. Que nuestra adoración no cese nunca". (San Juan Pablo II, "Dominicae Cenae", no. 3)
La Eucaristía es el principio de una nueva humanidad y del mundo renovado, cuya plena manifestación tendrá lugar al final de la historia. Sin embargo, ya desde ahora, crece como semilla y levadura del Reino de Dios.
Carácter distintivo de la nueva humanidad redimida por Cristo es la plenitud del amor fraterno. En realidad, la Eucaristía es el Sacramento del amor por excelencia, entendido como don de sí.
Sin el alimento espiritual que proviene del Cuerpo y de la Sangre de Cristo, el amor humano queda siempre contaminado por el egoísmo.
La comunión con el Pan del cielo, por el contrario, convierte los corazones e infunde en ellos la capacidad de amar como nos ha amado Jesús.
Comunión: esta palabra con la que con frecuencia nos referimos a la Eucaristía es, en este sentido, sumamente significativa.
Quien recibe con fe el Cuerpo de Cristo se une íntimamente a Él, y en Él, a Dios Padre, en el amor del Espíritu Santo. Dios en el hombre, el hombre en Dios. Y esto se convierte en el auténtico fundamento de la comunión en la Iglesia. Como escribe el apóstol Pablo a los Corintios:
"Porque aun siendo muchos, un solo pan y un solo cuerpo somos, pues todos participamos de un solo pan" (1 Corintios 10,17)
Jesús, Pan de vida eterna, ha bajado del cielo gracias a la fe de la Virgen María Santísima. Después de haberle llevado en su seno con inefable amor, siguió fielmente al Verbo encarnado hasta la cruz y la resurrección.
La Eucaristía es el testimonio sacramental de tu primera Venida, con la cual quedaron ratificadas las palabras de los Profetas y se realizaron las esperanzas.
Nos has dejado, Señor, tu Cuerpo y tu Sangre bajo las especies del pan y del vino, para que atestigüen que se ha realizado la redención del mundo, a fin de que mediante ellas tu misterio pascual llegue a todos los hombres, como sacramento de la vida y de la salvación.
La Eucaristía es, al mismo tiempo, un anuncio constante detu segunda Venida y el signo del Adviento definitivo y, a la vez, de la espera de toda la Iglesia:
"Anunciamos tu muerte, proclamamos tu resurrección; ¡ven, Señor Jesús!".
Deseamos adorarte cada día y cada hora a ti, oculto bajo las especies del pan el vino, para renovar la esperanza de la... "llamada a la gloria" (cf. 1 Pedro 5,10), cuyo comienzo, lo has constituido Tú con tu Cuerpo glorificado "a la derecha del Padre"
Pidamos a María que nos ayude a redescubrir el carácter central de la Eucaristía, especialmente en el día del Señor, para vivir en plenitud la comunión fraterna. Pidámosle a ella, además, que nos conduzca hacia la unidad.
Corpus Christi: Cuerpo de Cristo.
Debido a su importancia, la Iglesia tiene un día de fiesta especial para reconocer la presencia de Jesús en la Eucaristía, Sacramento del amor. La solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo, tradicionalmente llamada "Corpus Christi", (en latín "Cuerpo de Cristo") se remonta a los orígenes del Papa Urbano IV, que declaró la celebración universal de este día de fiesta en 1264.
Tradicionalmente, los católicos celebramos esta gran fiesta con una procesión eucarística, hora santa, adoración eucarística con bendición del Santísimo Sacramento o una letanía de la Preciosísima Sangre. Sin embargo, este año esas actividades pueden no ser posibles en muchas localidades durante la pandemia de coronavirus COVID-19. Pero siempre podemos reunirnos espiritualmente para honrar este Sacramento bendito como parte del Cuerpo de Cristo que también somos cada uno de nosotros.
Recursos sobre la Eucaristía.