Existe el Credo de Nicea, llamado Credo Niceno Constantinopla y el Credo Apostólico. En español y en Latín. ¿Por qué hay dos Credos en la Iglesia Católica?
Credo de Nicea (Constantinopla) español y latín y Credo Apostólico.
En la Iglesia, tenemos el Credo de Nicea, conocido también como el Credo Niceno. Es la profesión de fe del Credo largo como le conocen mucho. Aunque algunos le llaman oración en realidad, pero el Credo es la profesión de fe del Cristiano. La palabra "Credo", se deriva del latín "Credo", que significa "creo". Es la forma en que todos los Cristianos realizamos una declaración profunda de las verdades básica de nuestra fe. También existe el Credo Apostólico, llamado también el Credo de los Apóstoles, que es el que comúnmente se profesa en la Santa Misa en la actualidad. ¿Por qué hay dos Credos en la Iglesia Católica? ¿Es esto una contradicción?
El Credo de Nicea - Constantinopla, es una profesión de fe muy antigua que se usa en la Celebración de la Santa Misa en algunas ocasiones. Se le conoce además como el Credo Niceno - Constantinopolitano. Se proclama en la Misa antes del ofertorio y después de la predicación de la Homilía. En los ritos católicos orientales y entre nuestros hermanos de la Iglesia Ortodoxa, se profesa el mismo Credo en su formulación original.
¿Qué es el Credo de Nicea?
El Credo de Nicea no es una oración, o más bien, una declaración de fe cristiana. Es el único Credo ecuménico porque es aceptado tanto por la Iglesia Católica como la Iglesia Ortodoxa Oriental, la Anglicana y algunas de las principales iglesias protestantes.
Este es el Credo Niceno más famoso e influyente en la historia de la Iglesia Católica, porque resolvió la cuestión de cómo los cristianos pueden adorar a un Dios y también afirmar que este Dios es tres personas.
También, el Credo de Nicea, fue el primer Credo que obtuvo autoridad universal en la Iglesia, y mejoró el lenguaje del Credo de los Apóstoles al incluir declaraciones más específicas sobre la divinidad de Cristo y el Espíritu Santo.
El Credo Niceno es un resumen conciso de las creencias fundamentales del cristianismo, principalmente relacionadas con la definición de la naturaleza de las tres personas que componen la Trinidad - Dios, Jesucristo y el Espíritu Santo. Fue adoptado por el Primer Concilio Ecuménico, celebrado en Nicea en el año 325, llamado el Concilio de Nicea. El término se aplica también, de manera general, a un credo más largo al que se le atribuye a un Segundo Concilio Ecuménico, celebrado en Constantinopla en 381. Debido a su supuesto origen, y a que se ha considerado que es una elaboración del Credo de Nicea, este Credo largo se distingue del Credo original de Nicea por ser llamado el Credo Niceno-Constantinopolitano.
¿Por qué hay dos Credos en la Iglesia?
El Credo de los Apóstoles se atribuye a la tradición de Nuestra Iglesia, la cual afirma que, el día de Pentecostés, los Apóstoles compusieron este Credo bajo la guía del Espíritu Santo. Se conoce que, cada uno de los apóstoles (incluyendo a San Matías, quien sustituyó a Judas Iscariotes) escribió una de las doce profesiones de fe expresados en el Credo.
Ahora, el Credo de Nicea, Credo Niceno, fue producido por el Concilio de Nicea I en el año 325. Esto fue hecho con la intención de combatir la herejía arriana presente en la época, la cual estaba plagada de errores y sostenía que Cristo estaba dividido en dos personas, una humana y el otro divino. El Credo de Nicea fue realizado basándose en el Credo de los Apóstoles.
Credo de Nicea - Constantinopla.
A continuación te vamos a mostrar las dos alternativas para profesar la fe con el Credo Niceno: en forma de Audio y de texto. Puedes utilizar el método que te agrade más.
Credo de Nicea en texto. (Credo largo).
Creo en un solo Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible.
Creo en un solo Señor, Jesucristo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, Luz de Luz, Dios verdadero de Dios verdadero, engendrado, no creado, de la misma naturaleza del Padre, por quien todo fue hecho; que por nosotros los hombres, y por nuestra salvación bajó del cielo, y por obra del Espíritu Santo se encarnó de María, la Virgen, y se hizo hombre; y por nuestra causa fue crucificado en tiempos de Poncio Pilato; padeció y fue sepultado, y resucitó al tercer día, según las Escrituras, y subió al cielo, y está sentado a la derecha del Padre; y de nuevo vendrá con gloria para juzgar a vivos y muertos, y su reino no tendrá fin.
Creo en el Espíritu Santo, Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas.
Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos y la vida del mundo futuro. Amén
Credo de Nicea en Latín.
Credo in unum Deum, Patrem omnipotentem, factorem coeli et terrae, visibilium omnium et invisibilium.
Et in unum Dominum Jesum Christum, Filium Dei unigenitum. Et ex Patre natum ante omnia saecula. Deum de Deo, lumen de lumine, Deum verum de Deo vero. Genitum, non factum, consubstantialem Patri: per quem omnia facta sunt. Qui propter nos homines, et propter nostram salutem descendit de coelis. Et incarnatus est de Spiritu Sancto ex Maria Virgine: et homo factus est. Crucifixus etiam pro nobis: sub Pontio Pilato passus, et sepultus est. Et resurrexit tertia die, secundum Scripturas. Et ascendit in coelum: sedet ad dexteram Patris. Et iterum venturus est cum gloria, judicare vivos et mortuos: cujus regni non erit finis.
Et in Spiritum Sanctum, Dominum et vivificantem: qui ex Patre Filioque procedit. Qui cum Patre et Filio simul adoratur et conglorificatur: qui locutus est per prophetas.
Et unam, sanctam, Catholicam et Apostolicam Ecclesiam. Confiteor unum baptisma in remissionem peccatorum. Et exspectio resurrectionem mortuorum. Et vitam venturi saeculi.
Credo de Nicea en Audio. (Credo Niceno).
A continuación puedes escuchar ahora el Credo Niceno en audio. Busca un lugar silencioso para meditar y profesar tu fe.
El Credo Niceno es una de las riquezas de la Iglesia que los fieles debemos atesorar. Y aunque puede ser llamada como el Credo largo, la verdad es que tiene gran profundidad sobre los misterios de nuestra fe.
Este Credo de Nicea sigue básicamente la misma estructura que el Credo de los Apóstoles. Menciona a los tres miembros de la Trinidad en un orden similar y conserva la instantánea de la historia del evangelio cuando describe a Jesús. También amplía la descripción de la vida y obra de Cristo, declarando explícitamente que su misión era "para nosotros y para nuestra salvación".
El Credo Apostólico.
El Credo de los Apóstoles, a veces llamado Credo Apostólico o Símbolo de los Apóstoles, es el Credo que recoge las verdaderas más profundas de nuestra fe católica. Se utiliza litúrgicamente en el rito latino desde el siglo VIII y, por extensión, en las distintas ramas modernas del cristianismo occidental, incluida la liturgia y en las catequesis que se imparten actualmente en la Iglesia católica.
Así entonces, el Credo Apostólico, es más corto que el Credo Niceno-Constantinopla, que fue adoptado en el año 381, pero sigue teniendo una estructura explícitamente trinitaria, con secciones que afirman la creencia en Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo. .
La expresión "Credo de los Apóstoles" se menciona por primera vez en una carta del Sínodo de Milán fechada en el año 390 D.C., refiriéndose a la creencia de la época de que cada uno de los Doce Apóstoles contribuyó con un artículo a los doce artículos del credo
El Credo de los Apóstoles es, por tanto, un resumen de lo que la Iglesia enseña y de lo que los cristianos creemos. Es más que una declaración detallada de las creencias individuales y personales. Profesarlo une a todos los fieles como miembros de una solo cuerpo, que es la Iglesia, pues al hacerlo, nos unimos a los cristianos de ayer y de hoy, y de todo el mundo, para proclamar nuestra fe común.
Credo de los Apóstoles.
Creo en Dios, Padre todopoderoso, creador del cielo y de la tierra.
Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo. Nació de la Santa María Virgen. Padeció bajo el poder de Poncio Pilato. Fue crucificado, muerto y sepultado. Descendió a los infiernos. Al tercer día resucitó de entre los muertos. Subió a los Cielos y está sentado a la derecha de Dios Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a los vivos y muertos.
Creo en el Espíritu Santo, en la santa Iglesia Católica, en la comunión de los santos, en el perdón de los pecados, la resurrección de la carne, y la vida eterna. Amén.
Debemos saber que, la profesión de fe del Credo, fue la última adición que se hizo a la Liturgia de la Santa Misa. Comprender el Credo cuando lo recitamos es comprender las verdades básicas de nuestra fe católica. Ahora, ya entendemos por qué existe dos Credos en la Iglesia Católica, los cuales han seguido siendo importantes para la Iglesia y se utilizan regularmente en nuestro culto actual.