Quieres responder a Dios para bien, pero esa confianza nace de la garantía que Dios te da la fuerza para lograr y cumplir tus propósitos
Dios te da la fuerza para cumplir todos tus propósitos.
Hoy, es una nueva oportunidad para seguir construyendo la vida. Damos gracias a Dios por toda la misericordia que tiene con cada uno de nosotros, pues Dios te da la fuerza para cumplir tus propósitos. Él es tu gran proveedor para lograr grandes cosas en tu vida.
La fuerza de Dios, se encuentra precisamente en eso: en Dios mismo, en su Espíritu que vive en nosotros. Es su fuerza y no la nuestra la que es más importante aquí, porque con ella podemos desarrollar propósitos nobles y santos.
Dios no espera que seamos fuertes. Él conoce nuestras debilidades y sabe que, en algún momento, fallaremos. La fuerza que Dios quiere impartirnos, es una mayor capacidad para confiar en Él. Dios quiere que encontremos nuestra fuerza en Él. Quiere que digamos con fe, como lo hizo David:
"El Señor es mi fuerza y mi escudo, mi corazón confía en Él y me ayuda". (Salmo 28:7)
Cómo Dios da la fuerza para cumplir propósitos.
1. Cambia nuestros pensamientos.
Dios tiene la capacidad de cambiar nuestra manera de pensar si nos abrimos a su experiencia de amor. Él nos da la fuerza para "comprender" su grandeza, su poder, sus promesas, su amor.
La naturaleza y el carácter de Dios necesita ser revelado a nosotros para que podamos comprender. Esta revelación, puede añadir a lo que ya sabemos de Él por su Palabra. Necesitamos una revelación.
"Así podrán comprender, con todos los santos, cuál es la anchura y la longitud, la altura y la profundidad, en una palabra, ustedes podrán conocer el amor de Cristo, que supera todo conocimiento, para ser colmados por la plenitud de Dios". (Efesios 3,18-19)
2. Aumenta nuestra fe.
Si abrimos el corazón a Dios y acudimos a Él con humildad, entonces Dios aumenta nuestra fe. A medida que tenemos más claramente una revelación de Dios, entonces empezamos a tomar lo que ahora entendemos, y lo creemos. Nuestro pensamiento cambia y aumenta nuestra fe.
La fe es activa y damos pasos de fe en la dirección de lo que creemos. Comenzamos a caminar por la fe y no por lo que creemos.
"... para que ustedes no basaran su fe en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.." (1 Corintios 2,5)
Dios nos da la fuerza.
Cuando llegamos a experimentar a Dios de estas formas que mencionamos, llegamos a un punto en el que nuestra fe es tal que, como San Pablo, también decimos:
"Y sabemos que en todas las cosas Dios trabaja para el bien de los que le aman, que han sido llamados según su propósito". (Romanos 8,28)
Oración para pedir la fuerza de Dios.
Mi Señor, Tú eres paciente y clemente conmigo. Tú me perdonas una y otra vez de todas las cosas que no hago bien, de mis terquedades, de mis violencias, de mis comportamientos que me alejan de Ti y me hacen ser más vulnerable al mal.
Hoy te doy gracias porque me perdonas una y otra vez, porque me das nuevas oportunidades y lo haces, no porque lo merezca, sino porque me amas y quieres que sea feliz. Gracias por todas tus bendiciones.
Te suplico que me des la fuerza que necesito para desarrollar todas aquellas cosas por las que lucho cada día. Que pueda cumplir con todos esos propósitos buenos y justos para los que me has creado. Permite que de mi corazón nazca la firme decisión de seguir avanzando sabiéndome fortalecido por tu amor y poniendo toda mi confianza en ti. Te amo y confío en tu ayuda. Amén.