Reza esta novena a San José Obrero para conseguir trabajo. Especialmente indicada para los desempleados o para quienes lo pasan mal en su puesto de trabajo
Reza la novena de San José para conseguir empleo digno.
La novena a San José Obrero es una de las devociones y oraciones más bellas (y también más eficaces) para pedir la Gracia de encontrar un trabajo digno, para encontrar un empleo donde uno pueda desarrollarse como trabajador y aportar en la tarea de llevar el amor de Dios.
Las oraciones a San José, el padre adoptivo de Jesús, se remontan casi al año 50 D.C. Aunque provenía de la nobleza del Rey David, San José vivió una vida de gran humildad y adoración a su Sagrada Familia como carpintero.
A menudo, la Novena a San José se recita del 22 al 30 de abril para prepararse a su fiesta, que se celebra el 1 de mayo, pero se puede hacer siempre en su otra Fiesta como Santo Patrono, que se celebra el día 19 de marzo, y especialmente, muchas personas se confían a esta novena en los momentos de necesidad.
Confiarse a la novena a San José.
El evangelio de San Mateo describe a San José como un "hombre justo" (1,19). San José es el santo patrono de la Iglesia Universal, y la gente le pide ayuda para los trabajadores, las familias, los compradores y vendedores de casas, y la gracia de una muerte feliz, entre otras peticiones.
Santo Tomás de Aquino señaló una vez que San José es ÚNICO entre los santos patronos, ya que es capaz de ayudarnos en cualquier momento para cualquier cosa, sobre todo para conseguir trabajo o un empleo digno.
Obviamente, todas las personas se pueden confiar a la Novena a San José obrero, pero se aconseja también, para todos aquellos quienes viven el drama del desempleo o para quienes sufren o han sufrido injusticias en el puesto de trabajo.
La Novena a San José se puede rezar por uno mismo, por los amigos o por nuestros familiares que están sufriendo de necesidad de algún trabajo o un empleo digno.
¿Por qué rezar la novena a San José?
San José es patrono de los padres de familia, de los carpinteros, de los moribundos, además de todos los trabajadores. En la figura silenciosa y fiel de san José "se reconoce la dignidad del trabajo humano, como deber y perfeccionamiento del hombre, ejercicio benéfico de su dominio sobre la creación, servicio de la comunidad, prolongación de la obra del Creador, contribución al plan de la salvación" (cfr. Conc. Vat. II, Gaudium et spes, 34).
El Papa Pío XII (1955) instituyó esta memoria litúrgica en el contexto de la fiesta de los trabajadores, universalmente celebrada el 1 de mayo. (Misal Romano)
Santa Teresa de Ávila se hizo muy devota de la devoción a San José. Al respecto, ella escribió: "Sé por experiencia que el glorioso San José nos ayuda en general en todas las necesidades. Nunca le he pedido nada que no me haya conseguido".
Dignidad del trabajo.
El 1 de mayo de 2013, durante la homilía matutina en Santa Marta, el Papa Francisco reafirmó con fuerza el papel fundamental del trabajo en la vida de todo ser humano:
"Quien trabaja es digno, tiene una dignidad especial, una dignidad de persona: el hombre y la mujer que trabajan son dignos". Hay personas "que quieren trabajar y no pueden". Y esto "es un peso para nuestra conciencia, porque cuando la sociedad se organiza de tal forma que no todos tienen la posibilidad de trabajar, de ser ungidos por la dignidad del trabajo, esa sociedad no va bien: ¡no es justa! Va contra el mismo Dios, que quiso que nuestra dignidad empezara aquí".
Novena a san José por un buen trabajo.
Oh San José, mi protector y abogado, recurro a ti, para que me implores la gracia, por la que me ves gemir y suplicar ante ti. Es verdad que los sufrimientos presentes y las amarguras son quizás el justo castigo de mis pecados. Reconociéndome culpable, ¿deberé por esto perder la esperanza de ser ayudado por el Señor?: "¡ah! ¡No!", me responde tu gran devota Santa Teresa: "Ciertamente no, oh pobres pecadores. Dirigíos en cualquier necesidad, por grave que sea, a la eficaz intercesión del Patriarca San José; id con verdadera fe a Él y seréis ciertamente escuchados en vuestras peticiones".
Con tanta confianza, me presento, por tanto, ante Ti e imploro misericordia y piedad. Tú, en lo que puedas, oh san José, préstame socorro en mis tribulaciones. Suple mi falta y, poderoso como eres, haz que, obtenida por tu intercesión la gracia que imploro, pueda volver a tu altar para honrarte con mi reconocimiento.
Rezar un Padrenuestro, un Ave maría y un Gloria.
Oración de la Novena a San José #1.
No olvido, oh misericordioso S. José, que ninguna persona en el mundo, por gran pecadora que sea, haya recurrido a ti, quedando defraudada en la fe y en la esperanza puestas en ti ¡Cuántas gracias y favores has obtenido a los afligidos! Enfermos, oprimidos, calumniados, traicionados, abandonados, recurriendo a tu protección, han sido escuchados. No permitas, oh gran San José, que yo sea el único, entre tantos, que quede privado de tu consuelo. Muéstrate bueno y generoso también hacia mí, y yo, dándote las gracias, exaltaré en ti la bondad y la misericordia del Señor.
Rezar un Padrenuestro, un Ave maría y un Gloria.
Oración de la Novena a San José #2.
Oh excelsa Cabeza de la Sagrada Familia, yo te venero profundamente y de corazón te invoco. A los afligidos, que te han rezado antes que yo, les concediste consuelo y paz, gracias y favores. Dígnate, por tanto, consolar también mi alma dolorida, que no encuentra descanso en medio de las injusticias de las que está oprimida. Tú, oh sapientísimo Santo, ves en Dios todas mis necesidades antes de que yo te las exponga con mi oración. Tú, en consecuencia, sabes muy bien cuán necesaria me es la gracia que te pido. Ningún corazón humano me puede consolar; de ti espero ser consolado, oh glorioso Santo. Si me concedes la gracia que con tanta insistencia yo pido, prometo difundir la devoción hacia ti, ayudar y apoyar las obras que, en tu Nombre, surgen para alivio de tantos infelices y de los pobres moribundos. ¡Oh S. José, consolador de los afligidos, ten piedad de mi dolor!
Rezar un Padrenuestro, un Ave maría y un Gloria.
Repetir todas estas oraciones de la novena a San José durante nueve días por la misma intención que se solicita. San José, ruega por nosotros pecadores que acudimos a ti.
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