La confesión: Ora para que los Santos te ayuden en la confesión. Que cada confesión que realices, sea una buena confesión
La confesión es necesiara es el camino del cristiano Es beneficioso prepararse para realizar una buena confesión, una excelente confesión ya que esto dispone a nuestra alma para recibir las gracias y bendiciones que necesitamos para seguir en el camino de santidad.
Lograr una buena confesión requiere de preparación previa. Mientras mejor sea la preparación previa, más abundantes serán las gracias y más se desbordará el río de paz en tu alma.
Consejos para lograr una buena confesión
En lo profundo de cada corazón humano, existe el deseo de ser bueno. Todos queremos dar lo mejor de nosotros mismos, ir a la cama todas las noches con el corazón lleno de paz. Queremos ser el tipo de personas que nosotros mismos quisiéramos como amigos: confiables, honestos, justos y generosos. Sin embargo, muy a menudo fallamos.
Lo que puede levantar esta carga y restaurar nuestra humanidad es la confesión, practicar el arte de una buena confesión.
La palabra Confesión tiene un significado muy profundo para nosotros los fieles, pues es el mecanismo que Dios creó para que restauremos nuestra relación con Él cuando le fallamos.
Cuando nos detenemos a pensar en qué es lo que hace la confesión, rápidamente vemos que es un pilar fundamental para nuestra salud mental y espiritual
Sigue las 10 recomendaciones a continuación para lograr una mejor y buena confesión en tu vida.
1. Mejorando la recepción
Como Católicos, dos de las acciones más importantes que debemos realizar son asistir a la Confesión y recibir la Santa Comunión. En estos Sacramentos tenemos contacto directo con Nuestro Señor y Salvador, Jesucristo.
Siendo éste el caso, deberíamos realizar un esfuerzo concertado para mejorar nuestros encuentros con Jesús en estos Sacramentos. En otras palabras, no deberíamos dar estos Sacramentos por sentado.
También debemos ser muy conscientes del concepto de la gracia determinante. La abundancia de gracias es recibida en proporción directa a la determinación o disposición del receptor. En las paredes de las sacristías de los Misioneros de la Caridad está escrito:
"Participa en esta Misa como si fuese la primera Misa, la última Misa o la única Misa en la que participas".
Podemos aplicar el mismo principio:
"Confiésate como si fuese la primera, le última o la única vez".
2. Oraciones previas
Todo es graci. Una fuente de gracia abundante es la Comunión de los santos. ¿Por qué no orar a los santos Confesores para que te ayuden a tener una buena Confesión?
Los siguientes son sólo algunos: el Cura de Ars (San Juan María Vianney), San Juan Bosco, San Leonardo de Port Maurice, San Leopoldo Mandic, Santo Padre Pio, San Francisco, San Alfonso Liguori, San Antonio Claret y San Ignacio de Loyola.
"Obtén un poco de ayuda de tus amigos (los santos) "
Ora para que te ayuden a confesarte bien. Que cada Confesión que realices, sea una buena confesión, una mejor confesión que la anterior.
3. Prepararse para la confesión
Ten a mano un buen manual para el examen de consciencia. Encuentra un lugar tranquilo y contemplativo para examinar tu consciencia. Utiliza el crucifijo y la imagen de la Divina Misericordia para suscitar dolor de tus pecados y confianza.
Escribe los pecados de manera que no los olvides en el confesionario. Además, ora por tu confesor a su ángel guardián antes de entrar al confesionario.
4. Conocimiento propio
Uno de los pasos clásicos para hacer una buena confesión es la contrición, pero también el firme propósito de enmienda. Esto requiere rebobinar la cinta de tu vida y ver las varias caídas que has tenido en el pecado.
Pero además, capturar cuáles fueron las causas que te llevaron al pecado. Tal vez es una persona que pone en peligro tu vida espiritual. Tal vez es una situación recurrente en tu trabajo o en tu familia. O tal vez tu estado físico de cansancio.
Aún más, a lo mejor es el uso impropio de aparatos electrónicos o la falta de prudencia. Notarás que hay un patrón establecido que te lleva por el camino resbaladizo hasta el colapso.
Por esta razón, la observancia fiel del examen de consciencia diario puede ser una herramienta valiosa para conocernos a nosotros mismos e incluso proveernos del conocimiento necesario para evitar una ocasión cercana de pecado.
5. Pasajes Bíblicos para la preparación
La Iglesia recomienda el uso de las Sagradas Escrituras como medio de preparación para una mejor recepción de los Sacramentos.
Dos pasajes excelentes que recomiendo son Lucas 15 y el Salmo 51. Lucas 15 presenta la parábola de la Misericordia de Dios y lo mejor acá es la parábola del Hijo Pródigo.
Al orar con el Salmo 51, tienes uno de los mejores Actos de Contrición jamás compuestos, fue escrito por el gran Rey David después de cometer adulterio con Betsabé y de matar a un hombre inocente. ¡Orar con la Palabra de Dios le añade poder a la oración!
6. Confesión frecuente
Los santos recomiendan grandemente la Confesión frecuente como medio para crecer en la gracia santificadora. La Confesión restaura la gracia santificadora o la aumenta. ¡Claro que esto presupone una preparación sólida!
7. La gracia Sacramental
Cada Sacramento transmite gracia. Sin embargo, cada Sacramento comunica una gracia específica pertinente a ese Sacramento específico. Por ejemplo, la gracia sacramental específica comunicada en la Eucaristía o la Santa Comunión es el ALIMENTO. Es el Pan de vida para el viaje hacia la vida eterna.
La gracia Sacramental de la Confesión es diferente. ¡Es la SALVACIÓN! Jesús vino a alimentarnos con Su Cuerpo, Sangre y Divinidad. Aún más, Él vino como Médico Divino.
Muchas veces vemos a Jesús en los Evangelios sanando. Los ciegos, los sordos, los sordomudos, los leprosos, paralíticos, incluso los muertos, todos fueron sanados y vueltos a la vida por Jesús. Incluso ahora en el contexto de la Iglesia, el Cuerpo Místico de Cristo, Jesús nos sana a nosotros.
Los Sacramentos de sanación son el Sacramento de la Confesión y de la Unción de los Enfermos.
8. Cualidades de una buena Confesión
En el Diario de Santa Faustina, las cualidades más importantes de una buena confesión son resaltadas en el N° 113: 1) completa sinceridad y apertura; 2) humildad; 3) obediencia.
Siguiendo estas cualidades uno no se puede equivocar. Recuerda, queremos lograr hacer mejores Comuniones y Confesiones hasta el fin de nuestras vidas.
9. Evita el desánimo
Aunque uno puede caer más a menudo de lo que quisiera, nunca debemos ceder al desánimo. Algunos malos hábitos posiblemente han estado con nosotros por décadas. Algunos experimentan lo que llamo una santidad microondas es decir, una santidad instantánea. No funciona así.
El cambio es muchas veces tedioso, laborioso y doloroso. La clave es seguir orando, trabajando, luchando como un verdadero soldado de Cristo para ser liberado de las ataduras del pecado.
Por supuesto un mensaje clave del Diario es que la peor cosa posible es fallar en confiar en la infinita misericordia de Dios. Como nos recuerda San Pablo:
"Donde abunda el pecado, sobreabunda la misericordia de Dios". (Romanos 5,20)
10. María y la Misericordia
Nunca olvides invitar a María a estar presente en preparación para la Confesión. Incluso pídele que entre contigo en el confesionario para que hagas la mejor Confesión de tu vida.
El Santo Papa Juan Pablo II llamó a los santuarios Marianos Lourdes, Fátima, Guadalupe "clínicas Espirituales" ¡Cuán cierto! Filas de penitentes esperan a encontrarse con Jesús misericordioso en el confesionario en estos santuarios Marianos.
Entre los tantos bellos títulos de María están los siguientes:
"Madre de Misericordia, Madre del Buen Consuelo, Salud de los enfermos".
Detrás de muchas conversiones poderosas está, por supuesto, la gracia de Dios pero también la intercesión maternal de María.