El divino oficio fue desarrollado como la oración de la Iglesia naciente y nos conecta con los primeros seguidores de Jesús
Si le preguntamos al alguien, "¿cuál es la oración pública de la iglesia?", normalmente obtendría como respuesta que es el Santo Rosario. Si bien es cierto que el Rosario es una gran devoción de la iglesia, la iglesia nombra a una oración diferente como la oración pública de la Iglesia: la Liturgia de las Horas, ya que es la oración pública de la iglesia, es una fuente de piedad y de alimento para la oración personal (Sacrosanctum Concilium, 90). Aun así muy poca gente tiene la costumbre de rezar la Liturgia de las Horas (llamado también "El Oficio Divino"; orar con los Salmos diariamente). Normalmente la vemos como la oración de un sacerdote, monja o monje.
Si bien eso es verdad, no está hecho o reservado únicamente para ellos. De hecho, es una oración que sido diseñada para unir a la Iglesia entera en oración y que tiene la capacidad de verdaderamente profundizar la vida de oración de una persona. Aquí están cinco razones por las que debería de considerar rezar la Liturgia de las Horas diariamente:
1. La Liturgia de las Horas te permite orar como Jesús.
Históricamente los judíos oraban en intervalos fijos a lo largo del día. El rey David, de quien se cree escribió todos los salmos, proclama,
"Me quejaré y lloraré mañana, tarde y noche, y él escuchará mi voz." (Salmo 55,17)
Aún el profeta Daniel es conocido como poseedor de un horario específico de oraciones;
"Y cuando Daniel supo que el decreto había sido firmado, se fue a su casa, abrió las ventanas de su dormitorio, el cual estaba orientado hacia Jerusalén, y se arrodilló para orar y alabar a Dios. Esto lo hacía tres veces al día, tal como siempre lo había hecho." (Daniel 6,10)
Los judíos comenzaron la tradición de orar tres veces al día: por la mañana, por la tarde y por la noche. Esto se desarrolló en un programa de oraciones con los Salmos en particular ya que ellos expresaban los muchos deseos del corazón humano.
Jesús es recordado orando los Salmos en múltiples ocasiones, de una forma más conocida las palabras del Salmo 22:
"Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?"
Así que orar con los salmos te conecta con Jesús qué hora va con ellos sobre una base diaria.
2. Es la oración de los Primeros Cristianos
Dado que la mayoría de los cristianos eran convertidos del judaísmo en las décadas después de la muerte de Cristo, ellos continuaron con la tradición judía de orar con los Salmos. Éste tipo de oración se mantuvo mientras la Iglesia crecía y es recordado, "a través de la Iglesia, en Palestina Antioquía, Constantinopla, Y en África los cristianos se reunían en sus iglesias dos veces al día a orar con los salmos. Diariamente se reunían para los himnos de la mañana y de la noche". (Rezando la Liturgia de las Horas: un viaje personal).
El divino oficio fue desarrollado como la oración de la Iglesia naciente y nos conecta con los primeros seguidores de Jesús.
3. La Iglesia le pide a los laicos participar en el Oficio Divino.
Desde el Concilio Vaticano II, la Iglesia ha continuado la promoción de esta "oración pública de la Iglesia":
"Procuren los pastores de almas que las Horas principales, especialmente las Vísperas, se celebren comunitariamente en la Iglesia los domingos y fiestas más solemnes. Se recomienda, asimismo, que los laicos recen el Oficio divino o con los sacerdotes o reunidos entre sí e inclusive en particular". (Sacrosanctum Concilium, 100)
En esta "oración pública de la Iglesia", los fieles clérigos, religiosos y laicos, ejercitan el sacerdocio real de los bautizados. (CIC 1174)
"27. Permitan que los grupos se reúnen en oración, trabajo apostólico cualquier otra razón y sean motivados a completar los deberes del Iglesia, al celebrar parte de la Liturgia de las Horas. Los laicos deben aprender sobre todas las cosas como en la Liturgia adoran a Dios Padre en espíritu y en verdad; ellos deben abrazar en sus mentes que a través de la adoración pública y la oración ellos alcanzan a toda la humanidad y pueden contribuir significantemente a la salvación del mundo entero."
Finalmente, es de gran ventaja para la familia, el Santuario doméstico de la Iglesia, no sólo rezar juntos a Dios, sino también celebrar algunas partes de la Liturgia de las Horas en algunas ocasiones, de forma que penetren más profundamente dentro de la vida de la Iglesia. (Instrucción General de la Liturgia de las Horas).
"Yo quisiera renovar mi llamado a todos orar con los salmos, a que nos acostumbremos a utilizar la Liturgia de las Horas, los Laudes, las Vísperas, y las Completas. Nuestra relación con Dios sólo se enriquecerá a través de nuestro viaje junto a Él durante el día. (Papa Benedicto XVI, Audiencia general, noviembre 16, 2011).
4.- El Oficio Divino expresa los Movimientos del Corazón.
San Ambrosio dijo:
"Un salmo es un grito de felicidad Alivia el alma, nos distrae de nuestras preocupaciones, aligera las angustias y el dolor. Es una fuerza, fuente de seguridad en la noche, una lección de sabiduría en el día. Es un escudo cuando tenemos miedo, una celebración de santidad, una visión de serenidad, una promesa de paz y Armonía. (Rezando la Liturgia de las Horas: un viaje personal).
San Atanasio declaró:
"Los salmos me parecen a mí como un espejo, en el que una persona usándolos se puede ver a sí mismo, y ver los hilos que mueven su corazón; puede recitarlos en el entorno de sus propias emociones." (Rezando la Liturgia de las Horas: un viaje personal).
Personalmente, me he dado cuenta que rezar con los Salmos en el Oficio Divino, me da palabras cuando necesito expresar lo que sucede en mi alma.
5. Nos une como Iglesia y se convierte en la voz de la Novia y el Novio.
Lo que resulta fascinante es que la Liturgia de las Horas es rezada por sacerdotes y religiosos a través del mundo. Cuando rezamos el divino oficio, nos unimos en oración con la Iglesia entera y hablamos con Dios como una sola voz. O como la iglesia lo describe:
"Por una antigua tradición cristiana, el Oficio divino está estructurado de tal manera que la alabanza de Dios consagra el curso entero del día y de la noche, y cuando los sacerdotes y todos aquellos que han sido destinados a esta función por institución de la Iglesia cumplen debidamente ese admirable cántico de alabanza, o cuando los fieles oran junto con el sacerdote en la forma establecida, entonces es en verdad la voz de la misma Esposa que habla al Esposo; más aún, es la oración de Cristo, con su Cuerpo, al Padre.
Por tanto, todos aquellos que ejercen esta función, por una parte, cumplen la obligación de la Iglesia, y por otra, participan del altísimo honor de la Esposa de Cristo, ya que, mientras alaban a Dios, están ante su trono en nombre de la madre Iglesia." (Sacrosanctum Concilium, 84-85).
Así que como puedes ver, el oficio divino merece la pena ser rezado sobre una base diaria por todos, no sólo por sacerdotes y religiosas.