Sí es pecado invocar el alma de un difunto. La Iglesia reprueba el uso de Médiums, pues está ligado al espiritismo, una gran superstición.
Es un pecado grave invocar el alma de un difunto. La Iglesia reprueba por completo el uso de los llamados "Médiums", que afirman poder hablar con los muertos, pues esto está ligado a la práctica del espiritismo, una gran superstición y una puerta de entrada al mundo de la adivinación, algo completamente reprobado por Dios.
Hoy en día, una época en donde se conocen tantas leyendas urbanas y ritos esotéricos que nada tienen que ver con nuestra fe católica, debemos lamentar un poco que todo esto se han mezclado entre algunos católicos. Muchos de ellos, en su desconocimiento, se preguntan si es pecado invocar el alma de un difunto para comunicarse con él ¿Esto lo prohíbe la Iglesia?
Esoterismo, espiritismo.
Desde antiguo y en el mundo moderno, siempre han existido personas que tratan de entablar una conexión espiritual con las personas del "más allá", personas que el mundo actual se refiere a ellos como "Médiums", que supuestamente afirman que se comunican con las personas fallecidas. Esto es lo que los católicos conocemos como espiritismo, y es una práctica muy común del esoterismo y Nueva Era.
¿Qué es un medium?
Los médiums son personas que dicen tener poderes psíquicos extra sensoriales y espirituales, que afirman canalizar los espíritus de los muertos con el fin de obtener información para transmitir a los vivos. Algunos médiums usan este supuesto "don" a diario y en la mayoría de los casos, cobran una elevada tarifa por hacerlo. Ellos creen que son canales entre el más allá y nuestro mundo.
¿Qué dice la Iglesia sobre el espiritismo?
La postura moral de la Iglesia Católica es clara. Su enseñanza nos viene a través del Catecismo de la Iglesia Católica, basada en la interpretación de las Sagradas Escrituras.
"Todas las formas de adivinación deben ser rechazadas: el recurso a Satanás o a los demonios, la conjuración de los muertos u otras prácticas falsamente supuestas de ´develar´ el futuro". (CIC 2116)
¿Qué dice la Iglesia sobre los Médiums?
En la misma sección del Catecismo, encontramos que, el recurso a los médiums contradice "el honor, el respeto y el temor amoroso que debemos a Dios solamente". El catecismo hace referencia al Libro del Deuteronomio del Antiguo Testamento que advierte sobre ellos, llamándolos "oráculos de los muertos". (18:10-11):
"Que no se encuentre entre ustedes nadie... que consulte a fantasmas y espíritus o busque oráculos de los muertos".
Los Santos y las almas de los difuntos.
Según experiencia de muchos Santos, las almas de los difuntos pueden aparecerse a los vivos, pero con el único fín de pedir oraciones.
Se cree que el Padre Pío, sacerdote capuchino místico y estigmatizado, fue visitado con apariciones de almas de difuntos. La diferencia, es que el Padre Pío nunca conjuró para que estas almas se le aparecieran, ni siquiera las deseó, mientras que los médiums afirman tener el poder de hacerlo a voluntad propia.
Invocar el alma de un difunto para comunicarse con él es un pecado. La Iglesia Católica reprueba el recurso de recurrir a los "Médiums", pues está ligado a la práctica del espiritismo, la cual representa la máxima superstición de los tiempos actuales, que procura hacer adeptos adivinando el porvenir y curando supuestamente las enfermedades.
Los supuestos "Médiums" pretenden descubrir lo referente a otra vida, interrogando a los espíritus de los difuntos como si fuesen objetos de revelaciones y tesoros mágicos.
¿Esto es adivinación? ¿Qué es?
Invocar el alma de un difunto es pecado y esto genera otros pecados. Por supuesto que esto es adivinación. La adivinación es la pretensión de querer conocer lo que Dios conoce pero al margen del mismo Dios, que fue el pecado de Adán y Eva. Representa, por tanto, una culpa grave de idolatría y superstición y una falta contra la verdadera virtud de la religión (cf. Dt 18,9-12; Lev 20,6; 27)
"El espiritismo es la práctica de invocar a los espíritus, principalmente de los muertos conocidos, con el fin principal de averiguar por medio de ellos cosas ocultas."
Iniciado a medidados del siglo xix por las hermanas Fox en los Estados Unidos de América, alcanzó rápidamente enorme difusión en todo el mundo. En 1900 había en los Estados Unidos unos 10.000 Médiums, 350 oradores propagandistas y 82 templos (pues el espiritismo evolucionó en verdadera secta religiosa).
Hoy en día está muy extendido, en particular por medio de la Nueva Era (New Age). Hay varias prácticas que se relacionan directamente con el espíritismo y la mediumnidad; por ejemplo, lo que llaman "Channeling" y que no es otra cosa que espíritismo simple y corriente; tambien el llamado "Tablero Ouija" o "Juego de la copa", muy peligroso espiritual y psicológicamente.
El juicio moral, según el Padre Antonio Royo Marín.
- Algunos fenómenos sorprendentes producidos en las sesiones espiritistas podrían explicarse por causas puramente naturales.
- La inmensa mayoría de ellos se deben al fraude más burdo y a la más indigna superchería, como se ha comprobado millares de veces y han confesado multitud de Médiums, tales como una de las mismas hermanas Fox, Slade, Coock, Rothe, Palladino, Home, Guzik, etc., etc.
- Algunos fenómenos, muy pocos, si fueran ciertos, habría que atribuirlos a intervención expresa del demonio (por ejemplo, el conocimiento de cosas que trascienden las fuerzas humanas, aprender instantáneamente una lengua desconocida, etc.), ya que de ningún modo pueden atribuirse a Dios o a los ángeles, puesto que no pueden prestar su colaboración a las sesiones espiritistas, expresamente prohibidas por la Iglesia.
- La asistencia activa o pasiva a las sesiones espiritistas está gravemente prohibida por la Iglesia. El Santo Oficio, con fecha 24 de abril de 1917, contestó negativamente en todas sus partes a la siguiente pregunta: "Si es lícito por el que llaman medium, o sin el medium, empleado o no el hipnotismo, asistir a cualesquiera conversaciones o manifestaciones espiritistas, siquiera a las que presentan apariencia de honestidad o de piedad, ora interrogando a las almas o espíritus, ora oyendo sus respuestas, ora sólo mirando, aun con protesta tácita o expresa de no querer tener parte alguna con los espíritus malignos" (D 2182).
Se comprende que sea así por la cooperación material a una cosa de suyo ilícita, por el escándalo de los demás y por los graves peligros para la propia fe y costumbres que presentan esas sesiones.
El R. P. Carlos María de Heredia, S. I., ha puesto de manifiesto el carácter fraudulento del espiritismo en su interesante y sugestivo libro Los fraudes espiritistas y los fenómenos metapsíquicos (Buenos Aires 1946).
Añadamos que, según reconocidos exorcistas, como el difunto Padre Gabriel Amorth, exorcista fallecido de la diócesis de Roma, el invocar el alma de un difunto para comunicarse con él, el uso del espiritismo y el juego con las cosas ocultas, es una de las principales causas de posesión diabólica o de otros influjos demoníacos.
Oramos por el alma de los difuntos pero no los invocamos.
Según la Enciclopedia Católica, la referencia bíblica más clara sobre las oraciones por los difuntos es del Segundo Libro de los Macabeos. Cuando los soldados preparaban los cuerpos de sus camaradas asesinados para el entierro descubrieron que llevaban amuletos tomados de un templo pagano que violaba la ley del Deuteronomio, así que rezaron para que Dios perdonara el pecado que estos hombres habían cometido.
El Nuevo Testamento se hace eco de esta noción en la segunda carta de Timoteo cuando Pablo reza por alguien que murió llamado Onesíforo, diciendo:
"Que el Señor le conceda encontrar misericordia del Señor en ese día".
El Catecismo de la Iglesia Católica también tiene algo que decir sobre las oraciones por los muertos, declarando:
"Todos los que mueren en gracia y amistad de Dios, pero aún imperfectamente purificados, tienen asegurada su salvación eterna; pero después de la muerte se purifican, para alcanzar la santidad necesaria para entrar en el gozo del cielo" (CIC 1030).
Las catacumbas romanas donde fueron enterrados los primeros cristianos también fueron lugares de oración.
Hoy en día, las oraciones por el alma de los difuntos comienzan en el momento de la muerte, a menudo cuando los miembros de la familia se reúnen alrededor del lecho de la persona que ha muerto.
Las oraciones por los difuntos y el duelo se encuentran entre las "Oraciones y bendiciones de los hogares católicos", y es un acto de piedad y de caridad para con el prójimo. Estas oraciones continúan en la liturgia fúnebre, que es la "celebración litúrgica central de la comunidad cristiana para el difunto.
Como vemos, hay una gran diferencia entre orar por el alma de un difunto e invocarlos. Así que, con este conocimiento previo, ya hemos comprobado que SÍ es pecado invocar el alma de un difunto para comunicarse con él ¡Ni lo intentes!
Sobre el alma de los difuntos.
