Para conseguir todo lo que Dios quiere para mí en la Santa Misa, hay que prepararse y tener un propósito personal de verlo y escucharlo
Al hablar con ex - católicos que han abandonado la Iglesia, o incluso con muchos católicos, he notado algo en común que ellos dicen: "yo nunca conseguí algo al salir de la Misa, era lo mismo cada semana". Sin embargo se puede decir lo mismo de cualquier otra iglesia, católica o no católica.
Con cada servicio en los cultos de nuestros hermanos separados se podría decir lo mismo, es la misma agenda. Todas las iglesias no católicas también tienen una rutina, la cual es la misma todas las semanas: algunas canciones, una ofrenda, avisos, un sermón, un par de canciones más y una oración, es la típica rutina de los domingos, como resultado la única cosa que cambia es el sermón y las canciones que se eligen. Bueno ¿adivinen qué? Lo único que cambia en una Iglesia Católica es la selección de canciones para la liturgia y la homilía.
9 maneras de escuchar y ver a Dios durante la Misa
Para conseguir todo lo que Dios quiere para usted en la Misa, debe prepararse y tener un propósito personal de verlo y escucharlo durante ella (aparte de recibirlo en la Eucaristía).
1.- Servir en la Misa
Ser activo y participar de alguna manera sirviendo en Misa, es una de las mejores formas de experimentarla al máximo nivel posible la presencia de Dios.
Hay muchas maneras de permitir a todos la oportunidad de servir, ya sea un lector, siendo ministro extraordinario de la Comunión, músico o cantante, llevar la cesta entre los fieles al momento de recibir las ofrendas.
Nunca subestimes nada esto, puede sorprenderte el efecto que puedas recibir para tu bienestar.
2.- Reza con fervor
Quizá es el aspecto más importante, pero que más se da por sentado en la misa. La Misa es un verdadero encuentro personal con Jesucristo, el Señor y Salvador. una relación no es una buena relación sin comunicación bidireccional, así que ora y comunícate con el Señor.
La Santa Misa es la fuente de nuestra vida como católicos, sin embargo, la oración es la fuente de nuestra vida espiritual sobre una base diaria. Incluso si es un rápido "Demos gracias a Dios" o un "Gloria", cuando estás por salir de la casa, eso prepara tu corazón y dirige tu enfoque hacia Él.
Pídele a Dios que te hable. Pídele a Dios que se revele ante ti. Pídele a Dios que te ayude a verlo y escucharlo en la Misa. Él responderá.
3.- Escucha de verdad y atentamente
¡Si, es verdad!, como todos, habrás escuchado muchas veces partes de la Misa durante toda tu vida, pero si no eres cuidadoso con el tiempo, pueden llegar a convertirse solo en palabras.
Las palabras recitadas son inútiles sin un significado sincero. Escucha las palabras dichas en la Misa, permite que las palabras de las oraciones y el Credo sean el grito de tu corazón y la proclamación de tu fe
4.- Conoce la Biblia
No solamente debes leer las lecturas de la Misa de cada día, estudia de verdad la Biblia, para entender como son tomadas las partes de la Misa directamente de las Escrituras.
Estúdiala a fondo y verás cómo la Misa puede transportarte a un tiempo diferente, una vida diferente, un encuentro diferente con el Salvador.
Cuando te tomas el tiempo para explorar el contexto histórico y la cultura de las lecturas que se escuchan en la Misa, cuando reflexionas sobre su significado en tu vida, cuando logras entender mejor lo que estas escuchando en la Misa y aplicarlo a tus propias situaciones, es entonces cuando comienzas a ver a Jesús en la Misa y a escuchar su voz.
5.- Participa
Canta las canciones, profesa tu fe en el Credo con gran ardor, pronuncia el Gloria a viva voz y da tus ofrendas con alegría.
Nunca sacarás nada provechoso de la Misa si no comienzas a participar en serio.
6.- Llega temprano
Llega entre 5 y 10 minutos antes, así tendrás tiempo para orar un momento, sentarte en silencio delante de Dios, y retraer tu mente antes de celebrar la Misa.
Al llegar temprano, también evitas el ajetreo y el estado estresante de apresurarse a Misa para llegar a tiempo o un par de minutos tarde, y tratar de calmarte lo suficiente para escuchar bien la Misa.
7.- Obtén la ayuda de un santo
Aprendamos de quienes nos han precedido, ya que ellos han allanado el camino y son los grandes expertos en la materia.
Lea sobre la vida de los santos y sus creencias, interacciones y puntos de vista de la Misa. Se sorprenderá al saber de sus historias sorprendentes de conversión y que fueron personas normales como tú y como yo, pero que permitieron que Dios entrara en sus vidas, haciéndola extraordinaria.
Entonces, entenderás como ellos veían la Misa, como escucharon y vieron a Jesús en la Misa, y que obtuvieron de ello, reza y pide por su ayuda, para que la experimentes como ellos lo hicieron, para ver lo que vieron y escuchar lo que escucharon.
8.- Aceptar y abrazar las imperfecciones
Seamos honestos, en la Misa, algunas veces te encontrarás bebés llorando, personas irrespetuosas hablando, gente que no viste adecuadamente o que no actúan como se espera.
Puede que haya momentos de errores, tal vez esa persona sentada a tu lado o detrás de ti, no pudo cantar una sola nota afinada, o algunas otras personas a tu lado, hablaban de sus asuntos personales mientras el Padre leía la homilía.
Cuando se encuentre distraído por algunas de estas cosas, siga adelante, ayúdate con un crucifijo, fija tus ojos en él, y en silencio pida a Jesús por estas personas, pídale a que lo ayude a enfocarse y a que lo coloque de nuevo donde tiene que estar: centrado en Él.
9.- Prepárese con tiempo
lea las lecturas antes de ir a misa, rece antes de salir de casa y discuta con familiares o amigos sobre las lecturas y lo que puede reflexionar y aplicar en su vida antes de participar de la Santa Misa.
Hay una gran variedad de cosas y maneras que le ayudarán a ver y a escuchar a Dios en la Santa Misa, al comenzar con estos nueve formas que le hemos presentado, usted se situará en el camino de incrementar un poco más su vida espiritual y a fortalecer su relación con Jesús.
A Dios sea la gloria,