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Categoría: Caminando en la fe

Al entregarnos a Jesús a través de las manos y el Inmaculado Corazón de María vamos rápido hacia la santidad. María nos conduce a Jesús

5 maneras de acercarse a Jesús a través de María.

Dios, en su sabiduría infinita, decidió venir al mundo para salvar a toda la humanidad, no solo mediante su encarnación, sino también a través del generoso "Sí" y la colaboración de María, su Madre. María es la Madre de Dios, Madre de la Iglesia, y ella es nuestra Madre en el orden de la gracia. María nos conduce a Jesús y a su amor infinito.

Los santos, verdaderos amigos de Dios y modelos y patrones nuestros a seguir, están de acuerdo por unanimidad en el indispensable rol que Dios ha puesto al elegir a Nuestra Señora, María Santísima, como el medio más seguro e instrumento de nuestra salvación eterna.

¿Por qué no seguir los pasos de los santos y tomar este proyectil hacia la santidad? Ya que al entregarnos a Jesús a través de las manos y el Inmaculado Corazón de María vamos a viajar con rapidez en la carretera a la santidad, cuya meta es el cielo, nuestro lugar de descanso eterno.

Meditemos lo que cinco de los santos han dicho en su efusivo amor por María, y por Jesús, el Hijo de María; luego presentaremos cinco formas concretas en que podemos vivir nuestra consagración a Jesús por María. ¡He aquí los santos y su amor y confianza en María!

"Hay que realizar las propias acciones con María, es decir, mirando a María como el modelo acabado de toda virtud y perfección, formado por el Espíritu Santo en una pura creatura, para que lo imites según tus limitadas capacidades " (San Luis Grignion de Montfort).

"Cuando María se convirtió en la Madre de Dios, que es verdadero Dios y verdadero Hombre, también se convirtió en Madre nuestra. En su infinita misericordia, Jesús quiso llamarnos sus hermanos y hermanas, y por este nombre Él constituyó nuestra adopción como hijos de María" (San Juan Bosco).

"Durante el peligro, la angustia o la duda, piensa en María y llámala con confianza. Siguiéndola, nunca perderás tu camino. Al orar con ella, nunca te hundirás en la desesperación. Contemplándola, nunca te alejarás del camino" (San Bernardo).

"Bienaventurados los que se abandonan en las manos de la Virgen. Sus nombres están escritos en el libro de la vida" (San Buenaventura).

"En su afán de mostrarnos Su misericordia, Dios nos ha dado a su Hijo como Abogado. Y para lograr que nuestra confianza sea aún más fuerte, Él nos ha dado otra Abogada, quien obtiene a través de sus oraciones lo que ella pide. Id con María, y verás la salvación" (San Alfonso María de Ligorio).

Desbordando su inmenso amor por Jesús y María, los santos no pueden contener sus sentimientos de amor, admiración y confianza ante la presencia y la intercesión de María y su ejemplo de devoción nos demuestran que Nuestra Señora nos conduce a Jesús.

La devoción y amor a María nos llevan directamente al corazón de nuestro Señor y Salvador Jesucristo. Las últimas palabras registradas de Nuestra Señora en la Sagrada Escritura se encontraban en la fiesta de bodas de Caná: "Hagan todo lo que Él les diga". (Juan 2,5) De hecho, es realmente el mejor consejo del mundo.

5 formas en que María nos conduce a Jesús.

A continuación, ofrecemos cinco formas concretas en las que podemos vivir plenamente nuestra consagración a Jesús a través de la presencia amorosa pero extremadamente poderosa de María, que es vida, dulzura y esperanza nuestra. María nos conduce a Jesús y aquí te mostramos estas 5 maneras de hacerlo.

1. Consagración Matutina.

Al levantarnos del sueño, el primer gesto de cada día debe ser el acto de consagrar toda nuestra persona y nuestro ser para la gloria y honra de Dios a través de la intercesión de María.

A continuación, un gesto muy importante es estar siempre con el Escapulario de Nuestra Señora del Monte Carmelo y besar reverentemente el Escapulario.

Este "beso" dado al Escapulario expresa claramente nuestro gran amor a María, la Madre de Dios. Esto llenará al Inmaculado Corazón de María de inmensa alegría. Al besar reverentemente el Escapulario de Nuestra Señora del Monte Carmelo, la Iglesia concede una indulgencia especial, qué importante es que los niños amen a Nuestra Madre María.

2. El Ángelus.

Adquiera el hábito de rezar la hermosa oración mariana, el Ángelus. Los tres últimos Papas: Juan Pablo II, Benedicto XVI, y el actual Pontífice reinante, Francisco, cuando no se han encontrado viajando, han tenido la hermosa costumbre de rezar el Ángelus públicamente en la Plaza de San Pedro a las 12:00 horas los domingos.

El Ángelus es una hermosa oración mariana y cristocéntrica que resume los momentos clave en la historia de la salvación:

La Encarnación de Jesús, su Pasión, Muerte y Resurrección (El Misterio Pascual), así como el papel de la Virgen en estos momentos claves y fundamentales que conducen a nuestra salvación.

Una sugerencia: tratar de memorizar el Ángelus. Entonces, si es posible, adquirir la costumbre de rezar el Ángelus tres veces al día: por la mañana (9:00 am) para santificar las horas de la mañana; al mediodía (12:00 pm) para santificar la tarde; (6:00 pm) para santificar las horas de la noche. Esta es una manera muy hermosa en que María nos conduce a Jesús.

Al santificar estas tres horas cruciales por medio de esta oración mariana y cristológica vas a vivir cada vez más en la presencia del abrazo amoroso de Dios y vas a crecer en santidad en esta vida. Inténtalo.

3. Imitar a María.

Sin duda, si amamos a una persona entonces también queremos llegar a conocerla mejor, amarla con más ardor y, finalmente, seguir los pasos de esta persona e imitar su vida.

Si amamos a María entonces debemos hacer un esfuerzo constante para imitar sus virtudes más sublimes.

María nos conduce a Jesús. En el texto clásico: la verdadera devoción a María de San Luis de Montfort, hay un listado donde el santo enumera las diez virtudes más importantes que María practicaba. Aquí están: su humildad profunda, su fe viva, su obediencia ciega, su oración continua, su mortificación universal, su pureza divina, su caridad ardiente, su paciencia heroica, su dulzura angelical, y su sabiduría divina (Verdadera Devoción a María #108)

El conocimiento genera amor, el amor genera seguimiento; el seguimiento genera imitación; la imitación a María genera santificación.

4. Piensa en María, Invoca a María.

Uno de los lemas marianos clave de la Congregación de los Oblatos de la Virgen María, (una Congregación dedicada a dar los Ejercicios Espirituales de San Ignacio de Loyola, así como la difusión de la devoción mariana sólida y auténtica) es, dicho en latín: "María cogita, María invoca", lo que significa: piensa en María e invoca a María.

Debemos esforzarnos por tener tanto a Jesús como a María en nuestra mente, pensamientos, sentimientos, corazón, así como en nuestras acciones. Sin embargo, cuando estamos pasando por serias pruebas, tribulaciones, desolaciones, así como tentaciones graves, efectivamente, son momentos críticos en los que debemos levantar nuestras mentes, corazones y alma a María y confiar en que a través de sus poderosas oraciones, nos ayudará a navegar a través de esas tormentas tempestuosas y tumultuosas al puerto de la salvación.

Así oramos en el "Acordaos" a María: "Jamás se ha oído decir que alguna persona que haya acudido a su intercesión ha sido desamparada..."

5. El Ave María y el Rosario.

Si de verdad queremos manifestar nuestro amor y devoción a Jesús y a María, entonces debemos formar el hábito de rezar el Santo Rosario diariamente.

San Juan XXIII rezaba tres Rosarios diarios. Llamó al Rosario "un compendio de todo el Evangelio". El Papa León XIII escribió muchas encíclicas sobre el Rosario, siempre en el mes de octubre que es el mes del Santo Rosario. San Juan Pablo II declaró en el comienzo de su pontificado que el Rosario era su oración predilecta. El mismo Papa escribió un documento "La Santísima Virgen María y el Rosario" en el que se instituyó la nueva serie, los misterios luminosos.

San Juan Pablo II, en este documento sobre el Rosario, insistió en que las familias deben rezar el Rosario y por dos intenciones específicas: por la paz mundial y por la salvación de la familia.

El famoso sacerdote del Rosario, Padre Patrick Peyton, lo expresó sucintamente en estas dos frases inmortales: "La familia que reza unida, permanece unida" y "Un mundo en oración es un mundo en paz". Por lo tanto, si queremos alcanzar la paz en esta sociedad en guerra, recemos el Rosario. Entonces, si queremos salvar a nuestros niños, a nuestros jóvenes y nuestras familias, tenemos que encontrar tiempo para rezar el Rosario.

En Fátima en 1917, la Virgen se apareció seis veces a los niños pastores, Jacinta, Francisco y Lucía. En cada aparición, ella dijo claramente: "¡Recen el Rosario!" Finalmente en Fátima ella reveló su identidad: "Yo soy la Señora del Rosario".

En resumen, María nos conduce a Jesús a través de muchas de sus devociones. vamos a emprender estas cinco prácticas concretas para vivir nuestra consagración a Jesús por medio de María. Si lo hacemos, estaremos en la carretera a la felicidad, la santidad y el Cielo.

Recursos sobre la Virgen María.

Adaptación y contenido agregado: Rafael Ruíz Stirk, PildorasdeFe.net | Con información de extraída de: Fr. Ed Broom - Catholic Exchange

pildorasdefe rafael ruizRafael Ruíz Stirk, Mexicano, psicoterapeuta, casado, padre de tres hijos; catequista y defensor de la vida intrauterina. Amar a Dios es mi tesoro escondido, tocar los corazones es mi vocación y evangelizar es mi deber

Contenido publicado originalmente en Píldoras de fe, bajo el Link: https://www.pildorasdefe.net/aprender/fe/mejor-manera-de-llegar-acercarse-a-jesus-dios-a-traves-de-la-virgen-maria - Puede copiar esta información en su Blog citando siempre la referencia a esta fuente consultada. Para compartir en sus redes sociales, utilice los botones compartir. Conozca términos legales - Pildorasdefe.net
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