Devoción para el día 24 de mayo, mes de María: Los católicos amamos y rendimos homenaje a María, esperando que ella acerque nuestras peticiones a Jesús
Mayo, mes de María, Día 24: Querida Madre mía, cómo te quiero.
María es llamada Madre de la Iglesia, porque es la Madre de Cristo, y la Iglesia es el Cuerpo Místico de Cristo. Así que la Madre de Cristo también puede ser llamada la Madre de su Cuerpo Místico. Nosotros la honramos en el día 24 del mes de mayo con una especial devoción y mediante Ella, elevamos nuestra Honra a Dios, a nuestra Iglesia.
Mayo, mes de María.
Este título místico significa que la Iglesia es más que una organización, o una ONG, o una estructura y una institución externas, si no que también y sobre todo, es una unión de todos los miembros que forman un cuerpo con el fin de cumplir la voluntad del Padre de Cielos aquí en la tierra.
María es uno de los grandes consuelos que Dios nos dejó, un tesoro de amor del que siempre podemos recibir gracias y sobre, quien nos encamina por los senderos de su Hijo jesús a medida que avanzamos en nuestro camino de fe.
Durante todo el tiempo del año, pero en especial en el mes de mayo, los Católicos, amamos, veneramos y rendimos homenaje a nuestra Santa Madre, la Virgen María. Nosotros le rezamos amorosamente esperando que acerque nuestras peticiones a los pies de Jesús.
La oración más común a nuestra Santísima Madre se llama "Ave María". ¿Por qué no rezas una Avemaría antes de iniciar esta meditación?
Día 24 del mes de mayo, mes de María.
Es importante que dirijamos nuestro corazón al corazón de María para aprovechar al máximo esta meditación del día 24 de mayo. En ella, le expresaremos todo nuestro amor a nuestra tierna Madre del Cielo.
1. Oraciones iniciales.
Para el día 24 de la devoción del mes de María, vamos a expresar todo ese amor que tenemos a la Santísima Virgen, por cuidarnos con ese amor maternal.
Señal de la Cruz.
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos, líbranos, Señor, Dios nuestro. En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Acto de contrición.
Jesús, mi Señor y Redentor: Yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo corazón, porque con ellos, ofendí a un Dios tan bueno. Propongo firmemente no volver a pecar, y confió en que, por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén
Pida aquí la gracia que desea alcanzar.
2. Oración a Jesús por María.
Jesús mío, me gusta orar a María, tu Santa Madre, ella me enseña con su manera de vivir, a ser dócil a tu Palabra, a tomarla en serio, y a dejarse guiar por ella; pero también María se presenta como una servidora, como una que sale a ayudar a su prima Isabel, cuando esta la necesita. Así quiero ser yo, mi Señor y mi Dios, quiero ser uno que es dócil a tu Palabra y que sale de sí a servir a los hermanos que tanto necesitan de Ti. Gracias por darme la oportunidad de ver a María y de aprender de ella, gracias por su amor de Madre y por todas las bendiciones que a través de ella, nos has dado a nosotros que la amamos y la descubrimos como modelo de discípulo que Tú nos has llamado a seguir. Confío en tu compañía y en tu Bendición Señor, gracias por todo lo bueno que me das por ayudarme a ser cada día un mejor ser humanos. Cómo mi madre María, me uno a sus eternas palabras de entrega que hacen y harán eco en nuestra historia de salvación: Hágase en mí según tu Palabra. Amén.
3. Oración de petición a María.
Santa María, Madre de Dios y Madre mía. Eres más madre que todas las madres juntas: cuídame como Tú sabes. Grábame, por favor, estas tres cosas que dijiste:
- "No tienen vino". Oh María, como madre, te ruego que presentes siempre a tu Hijo, mis necesidades y las de todos tus hijos.
- "Hagan lo que Él les diga". Santa Madre de Dios, dame luz para saber lo que Jesús me dice, y amor grande para hacerlo fielmente.
- "He aquí la esclava del Señor". Te pido, María, que eres Madre de amor, que yo no tenga otra respuesta más que esta, ante todo lo que Cristo me insinúe.
4. Reflexión para el día 24.
Meditamos sobre: Querida Madre María, ¡cómo te quiero! (Meditación por el Padre José Pedro Manglano)
Ojeando papeles viejos encuentro la fotocopia de una carta que leí no sé dónde. Te la transcribo:
"María: no sé cómo empezar esta carta. Me había hecho muy feliz que con toda sinceridad hubiese podido decir: Querida Madre Mía, pero siento que no alcanzo a decirlo porque no sé si te quiero lo suficiente para ello. El querer a alguien es dar y hacer por el otro "el todo". Yo sé que Tú lo eres todo eso para mí: ¡eres mi Madre!; pero por mi parte no confío lo suficiente, no amo lo suficiente, no me entrego lo suficiente. ¿Será por todo eso por lo que no recibo respuesta a mis peticiones? Diariamente, te cuento mis temores, mis inquietudes, mis preocupaciones, incluso mis alegrías, y Tú callas. (...). ¿Es, como te decía antes, mi falta de amor y confianza, en definitiva, mi falta de fe, la que no me deja entenderte del todo? Yo te espero todos los días. Gracias".
¿Puedes tú decirle con sinceridad Querida Madre mía?; ¿Das y haces "el todo" por Ella y por Dios?
5. Oración final.
Amado Jesús, al igual que María, tu Santa Madre, quiero estar abierto siempre a la acción del Espíritu Santo, configurarme completamente a tu amor y tu misericordia. Como ella, acepto también ser tu esclavo, tu siervo, atento siempre a escuchar tu Palabra y hacerla una acción de vida. Deseo responderte siempre con generosidad y sencillez, como lo hizo María, quien supo escucharte y obedecerte desde siempre. Y a ti, Oh María, amada universal del Verbo, la nueva Eva escogida, auxilio de los pecadores y de los que buscan tu intercesión, acógeme siempre bajo tu manto protector, soy también tu hijo y sé que te preocupas por mí. Te ruego que poses tu mano sobre mis hombros y me guíes por el camino de tu hijo Jesús. Como tú, quiero poder decir y sentir con toda la pasión de mi alma: "Mi espíritu se estremece de gozo en Dios, mi Salvador". Amén.
Oración a la Virgen María.
Contempla esta imagen de María, lee muy despacio la oración del día 24 y cuéntanos en los comentarios que te ha dicho a ti.
Intenciones de oración.
Cada vez que pueda, conversa con María, encuentra un espacio, unos minutos al día, para expresarlo lo mucho que la quieres. Le puedes confiar tus angustias más profundas, aquellas que más te hieren y que aún no has podido sanar. Hoy, 24 de mayo, vamos a orar por las mujeres que no pueden tener hijos y que lo han seguido intentando. Que Dios pronto les conceda la bendición de un hijo en su vida. En este mes mayo, mes de María, rezamos por peticiones distintas cada día. Reza junto a nosotros el rezo del Santo Rosario diario. Deja tus intenciones de oración en los comentarios y pídele a María por eso que necesitas. Ella te escucha y quiere alcanzarte la gracia de esa bendición.