En el día de los Fieles Difuntos, los católicos podemos ganar indulgencias para nuestra alma. Rezar por todos los Fieles difuntos es una obra de misericordia
Cómo ganar indulgencias el día de los Fieles Difuntos.
El día de los Fieles difuntos es un día para recordar con amor a nuestros seres amados que ya partieron. Ese mismo día podemos ganar indulgencias rezando por los fieles difuntos. Pero ¿cómo ganar indulgencias en estos días? Antes que nada, si no lo sabías, vamos a definir lo que son las indulgencias.
¿Qué es una indulgencia?
Para explicar lo que son las indulgencias, vamos a citarlo directamente desde el Catecismo:
"Las indulgencias son la remisión ante Dios de la pena temporal merecida por los pecados ya perdonados en cuanto a la culpa, que el fiel, cumpliendo determinadas condiciones, obtiene para sí mismo o para los difuntos, mediante el ministerio de la Iglesia, la cual, como dispensadora de la redención, distribuye el tesoro de los méritos de Cristo y de los santos." (CIC N.º 312).
En el Sacramento del bautismo se nos perdona la culpa y también la pena relacionada con el pecado. En el Sacramento de la Penitencia se perdona la culpa y la pena eterna que merece el pecado, pero no el castigo temporal o pena temporal como se le conoce. Esta pena temporal debe ser reparada o en la vida presente o en el purgatorio.
¿Jesús le dio este poder a la Iglesia?
La Iglesia tiene el poder para efectuar la remisión de dicha pena temporal. Este poder fue dado por Cristo, es el poder de la llave, pues Jesús entregó las llaves del Reino de los cielos al apóstol Pedro para atar y desatar aquí en la tierra. Esto no lo invento yo, le dije, sino que está claramente escrito en la Biblia.
"Tú eres Pedro, o sea, piedra, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las fuerzas del infierno no la podrán vencer. Yo te daré las llaves del Reino de los cielos. Todo lo que ates en la tierra será atado en el cielo, y lo que desates en la tierra será desatado en los cielos" (Mateo 16,18-19)
Como vemos, Jesús le otorga a Pedro la autoridad de Atar y Desatar. ¿Qué significa esto? Para explicarlo tenemos que irnos a las tradiciones del Pueblo Judío de tiempos de Cristo.
Para los judíos, los términos "Atar" y "Desatar" significan declarar lo que está prohibido y lo que está permitido, es decir, le queda a Pedro decidir lo que está o no permitido en la Iglesia de Jesucristo.
Entonces, volviendo con el tema de las indulgencias, aseguramos que la Iglesia es la administradora de este gran tesoro que Cristo nos dejó.
Las indulgencias y la confesión.
El don de la Indulgencia manifiesta la plenitud de la misericordia de Dios, que se expresa en primer lugar en el sacramento de la Penitencia y de la Reconciliación
Esta gracia de ganar la indulgencia, presupone que el pecador ha cumplido con los requisitos de una buena confesión, entre estos la penitencia que el confesor imponga.
Ganando indulgencias en el día de los Fieles Difuntos.
La indulgencia no puede remover la culpa, sino solo la pena. La culpa es removida al hacer una buena confesión.
Ningún papa ni concilio ha concedido a las indulgencias el poder de remitir la culpa, lo cual pertenece a la confesión sacramental.
Requisitos para obtener la Indulgencia Parcial.
- Tener la intención de ganar indulgencias.
- Realizar la obra o la oración prescrita.
- Estar en estado de gracia.
Requisitos para obtener la Indulgencia Plenaria.
- Tener la intención de ganar indulgencias.
- Confesión Sacramental: Hacer una confesión profunda. La confesión puede hacerse el mismo día que se quiere ganar la indulgencia o bien, como se dijo: 8 días antes, o bien, 8 días después.
- Comunión Eucarística: Esta debe llevarse a cabo el mismo día en que quiera ganarse la indulgencia.
- Orar por las intenciones del Santo Padre: Debes rezar un Padre Nuestro, una Ave María y un Gloria, y ofrecer estas oraciones por las intenciones del Papa.
- No tener afecto a pecado alguno (ni venial siquiera): Esto es, tener la intención de evitar cualquier tipo de pecado.
- Visitar el lugar u observar aquello a lo que se le concedió indulgencia.
La indulgencia plenaria solo puede ser adquirida una vez en el transcurso del día (excepto en el momento de la muerte, que puede volver a adquirirse). Se requiere además que toda atadura al pecado, incluso al venial, este ausente, esto es, con la confesión.
Otras formas de ganar indulgencias.
Cumplidas las necesarias condiciones indicadas anteriormente, los fieles pueden lucrar la indulgencia jubilar realizando una de las siguientes obras, enumeradas aquí en tres categorías:
Obras de piedad o religión.
- O hacer una peregrinación piadosa a un santuario o lugar jubilar, participando en la santa misa o en otra celebración litúrgica (Laudes o Vísperas) o en un ejercicio de piedad como El rezo del Vía Crucis, delante de las estaciones, legítimamente erigidas, el Rezo del Santo Rosario en una iglesia u oratorio público ante el Santísimo aunque no esté expuesto sino reservado en el sagrario, o lo recen en familia, o en asociación piadosa, leer la Sagrada Escritura por lo menos durante media hora al día.
- O hacer una visita piadosa, en grupo o individualmente, a uno de esos lugares jubilares, participando en la adoración eucarística y en meditaciones piadosas, concluyéndolas con el Padrenuestro, el Credo y una invocación a la Virgen María.
Obras de misericordia o caridad.
- O visitar, durante un tiempo conveniente, a hermanos necesitados o que atraviesan dificultades (enfermos, detenidos, ancianos solos, discapacitados, etc.), como realizando una peregrinación hacia Cristo presente en ellos;
- O apoyar con un donativo significativo obras de carácter religioso o social (en favor de la infancia abandonada, de la juventud en dificultad, de los ancianos necesitados, de los extranjeros que, en los diversos países, buscan mejores condiciones de vida);
- O dedicar una parte conveniente del propio tiempo libre a actividades útiles para la comunidad u otras formas similares de sacrificio personal.
Obras de penitencia.
Al menos durante un día
- O abstenerse de consumos superfluos (fumar, bebidas alcohólicas, etc.);
- O ayunar;
- O hacer abstinencia de carne (u otros alimentos, según las indicaciones de los Episcopados),
Todo esto entregando una suma proporcional a los pobres. O cualquiera otra que haya dispuesto o disponga la Iglesia y esté vigente.
Ganar indulgencias en tiempos de pandemia o situaciones especiales.
Recientemente, el papa Francisco autorizó extender, para todo el mes de noviembre, la indulgencias plenarias debido a la pandemia de coronavirus covid-19. Se incluyen algunas adaptaciones especiales de obras y condiciones. Con estas medidas, se garantiza la seguridad para los fieles que recuerdan a sus seres amados en la Conmemoración de Todos los fieles difuntos de este 2 de noviembre.
La Penitenciaría Apostólica DEL vaticano, publicó un decreto el 22 de octubre sobre estas condiciones. La administración de indulgencias de la Iglesia Católica explica que, para obtener el perdón total o completo y evitar aglomeraciones donde están prohibidas, establecieron las siguientes condiciones durante todo el mes de noviembre:
- La persona visite un cementerio y rece por los difuntos, aunque solo sea mentalmente, antes era solo en días concretos del 1 al 8 de noviembre, ahora esos días pueden ser elegidos libremente por los fieles, también pueden ser independientes entre sí.
- La indulgencia plenaria del 2 de noviembre, conmemoración de Todos los Fieles Difuntos, para los que visiten una iglesia u oratorio y reciten allí el Padre Nuestro y el Credo, puede ser transferida no solo al domingo anterior o posterior o al día de la solemnidad de Todos los Santos, sino también a otro día del mes de noviembre, libremente elegido por cada uno de los fieles.
- Los ancianos, los enfermos y todos aquellos que por motivos graves no puedan salir de casa, por ejemplo, a causa de las restricciones impuestas por la autoridad competente para el tiempo de la pandemia, con el fin de evitar que numerosos fieles se aglomeren en los lugares sagrados, podrán obtener la indulgencia plenaria siempre que se unan espiritualmente a todos los demás fieles.
- [...] Cumplir las tres condiciones habituales: confesión sacramental, comunión eucarística y oración según las intenciones del Santo Padre, ante una imagen de Jesús o de la Santísima Virgen María, recen oraciones piadosas por los difuntos.
La Penitenciaría Apostólica recuerda a las fieles que pueden rezar las oraciones tradicionales como las laudes y vísperas del Oficio de Difuntos, el rosario mariano, la coronilla de la Divina Misericordia, otras oraciones por los difuntos más apreciadas por los fieles.
También invita a que los fieles se "dediquen a la lectura meditada de alguno de los pasajes del Evangelio propuestos por la liturgia de los difuntos, o realicen una obra de misericordia ofreciendo a Dios los dolores y las dificultades de su propia vida"
Recursos sobre los fieles difuntos.