Mi Fe inquebrantable en la Iglesia Católica: 7 Razones Poderosas

Creo en la Iglesia Católica y tengo muchas razones para amarla, pues la Iglesia Católica está compuesta por un cuerpo místico en la que pertenecen un grupo mundial de cristianos donde la cabeza es el mismo Cristo, nuestro Dios encarnado que vino a darnos su salvación y la felicidad eterna.

También debemos ver a la Iglesia Católica como una institución formada por el mismo Cristo cuando dejó a San Pedro encargada de ella. Dentro de la Iglesia Católica existe una estructura de liderazgo, así como cuando comenzó con los primeros cristianos, que tenían por líder a San Pedro.

Los líderes de la Iglesia Católica no son como los reyes y las reinas de este mundo, sino más bien como servidores-líderes siguiendo el ejemplo de Jesús. Los servidores de la Palabra de Dios ponen todos sus dones al servicio del pueblo de Dios. Convertirse en sacerdote de la Iglesia Católica, aunque es un privilegio especial, conlleva mucha responsabilidad, ya que los sacerdotes actúan en el lugar de Jesús de una manera muy pero muy especial. La selección de los sacerdotes como hombres al servicio de Dios, es una tradición que está enraizada en la selección que hizo Jesús de los 12 apóstoles originales, los 12 hombres que eligió para llevar a cabo su misión después de su muerte.

Creo en la Iglesia Católica y la amo.

Uno de los papeles más importantes del sacerdote en la Iglesia Católica es el de representar el gran sacrificio de Jesús en cada liturgia eucarística. La liturgia eucarística es comúnmente referida como la Misa, el tiempo en que los todos católicos nos reunimos para adorar al Dios vivo que se presente en distintas formas, escuchando las lecturas de la Biblia y recibiendo a Jesús en forma de pan y vino.

Los católicos creemos, por la misma Palabra de Jesús, que el pan y el vino en la Misa se convierten en el cuerpo y la sangre de Cristo cuando el sacerdote realiza la consagración. El pan y el vino consagrados se distribuyen entonces a los fieles de la Iglesia, de la misma manera que Jesús lo hizo con sus 12 apóstoles la noche antes de ser crucificado. Este rito sagrado es el centro de nuestra creencia y el culto católico de nuestro amor a Dios.

7 razones por la que CREO en la Iglesia Católica.

La fe es un regalo de Dios, es una gracia que recibimos libre y gratuitamente. Quien no posea fe que la pida al Señor, Él siempre está presto a desbordar sus infinitas gracias sobre cada uno de sus hijos amados que le son fieles.

A continuación, de una publicación extraída del Padre Jordi Rivero, en Corazones.org, te nombraré 7 razones por las que creo en la Iglesia Católica y nunca dejaré de amarla.

1. Creo que Jesucristo es Dios.

Creo en la Iglesia Católica porque creo en Jesucristo. Quien cree que Jesús es Dios debe creer también en todo lo que Él ha hecho y dispuesto para nuestra salvación.

La Iglesia nace de su costado traspasado, de donde vertió agua y sangre. La Iglesia sigue viviendo del agua (Bautismo) y de la Sangre (Eucaristía) derramada en la Cruz.

2. Creo en la Iglesia por la Eucaristía.

Dios obra muchísimos milagros para recordarnos las verdades de la fe. Muchos de estos son verificados por rigurosos estudios científicos: Lanciano, Lourdes, Guadalupe y muchos otros.

El milagro más grande es la Eucaristía. Jesús dijo: "El que come mi carne y bebe mi sangre, tiene vida eterna, y yo le resucitaré el último día". (Juan 6,54)

Es Él mismo, Cristo en la Eucaristía, quien se hace realmente presente cada día en más de 500.000 iglesias católicas en todos los continentes.

Algunos dicen: "Jesús está en todas partes. Para qué ir a la Iglesia". A esas personas hay que enseñarles: "Sí, así es, Jesús está en todas partes, pero solo en la Eucaristía está presente en forma substancial para que lo comamos y tengamos vida nueva. Para sanarnos, liberarnos del mal, unirnos en la Iglesia y darnos fuerza para vivir la santidad. Solo en la Iglesia se encuentra a Cristo Eucaristía".

Cristo ha venido para reunirnos, como un pastor recoge a sus ovejas. Quiere así que seamos su Cuerpo Místico para que en ÉL seamos todos hijos del Padre. Quiso hacernos familia suya. Por eso funda una sola Iglesia, con una sola fe, un solo bautismo.

3. Porque no es obra de hombres.

Creo en la Iglesia porque es obra de Dios y no de hombres. No escojo a la Iglesia como podría escoger mi plato favorito. La Iglesia es institución divina y no capricho humano.

Los hombres pueden fundar otras muchas iglesias y religiones para reunirse y hacer cosas buenas. A estas guardo respeto y a quienes buscan la verdad con sinceridad les tengo admiración.

Pero no por ese olvido que Jesús, Dios y hombre verdadero, quiso reunirnos en UNA IGLESIA, la que Él fundó.

4. La Iglesia enseña con autoridad.

Creo en la Iglesia porque solo ella enseña con autoridad divina toda la verdad. Jesús confió a los Apóstoles la revelación divina contenida en su Palabra. Les prometió el Espíritu Santo y les comunicó la facultad de enseñar en Su nombre.

"Quien a ustedes les escucha, a mí me escucha; y quien a ustedes les rechaza, a mí me rechaza, y quien me rechaza a mí, rechaza al que me ha enviado". (Lucas 10,16)

Solo la Iglesia Católica es gobernada por el Papa y los obispos, sucesores de los Apóstoles, herederos de esta promesa. Ellos poseen, por lo tanto, la autoridad del magisterio para enseñar toda la Palabra revelada y profundizar su contenido sin error, con la protección y guía del Espíritu Santo.

Mientras que en otras Iglesias hay diversidad de interpretaciones Bíblicas, solo la Iglesia Católica ha enseñado la verdad plena desde el principio. Solo ella posee el Depósito de Fe que contiene todo lo que Jesús nos reveló.

5. En María se ve la obra de Dios.

Creo en la Iglesia porque veo la obra de Dios en María, nuestra madre. Los católicos hacemos lo que Jesús pidió al discípulo amado en la Cruz: Llevamos a María a nuestra casa. (Cf. Jn 19,27)

María es nuestra Madre, ella nos trajo a Jesús. Sin María no hay Jesucristo. Solo una persona tan puramente llena de gracia pudo haber sido el reservorio más inmenso del amor de Dios, a Jesucristo mismo.

6. Testimonio de todos los Santos

Creo en la Iglesia por el testimonio de los santos. Los Santos son de verdad el testimonio vivo del amor presente en los corazones. Ellos son los Evangelios vivientes, ejemplos de lo que Dios hace en los que viven plenamente en la Iglesia y son alimentados con Cristo vivo a través de ella.

Muchos Santos entregaron sus vidas por amor a Dios, desterrando de sus corazones toda idea de negar su fe y su amor a Cristo. Son un verdadero ejemplo de cómo debemos nosotros amar y entregarnos al servicio.

7. Nuestra guía es la Palabra de Dios.

Creo en la Iglesia porque no me dejo llevar por los escándalos, sino por la Palabra de Dios. Es cierto que hay escándalos en la Iglesia. Ya Jesús lo advirtió. Pero también hay cientos de miles de mártires que han derramado su sangre por Cristo en cada siglo, incluso el nuestro. Millones y millones de fieles viven su fe inspirados por el Evangelio.

Sé bien que la Iglesia está formada de seres humanos pecadores. Pero Jesús quiso reunir en ella a los pecadores para hacerlos hijos de su Padre, Dios. No todos se convierten.

Desde el principio algunos desde adentro le traicionan. Pero Jesús no revoca su alianza sellada con Su Sangre. Sigue siempre fiel a sus promesas. Jesús dijo: "Y yo a mi vez te digo que tú eres Pedro, y sobre esta piedra edificaré mi Iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella". (Mateo 16,18) Y usted: ¿Puede decir con total certeza: Creo en la Iglesia Católica? ¿Conoce usted la Iglesia católica o la falsa imagen que hacen de ella sus enemigos?