Consejos para dejar de preocuparte y conseguir la paz soñada ¿De tanto preocuparte tu pelo se ha caído, tiene úlceras y de noche no duerme?
Conseguir la paz y dejar de preocuparte es un reto que enfrentamos todos en algún momento. Sigue estos consejos para dejar de preocuparte por todo y mantenerte en la serenidad aunque los problemas vengan apilados uno tras otro tratando de embestirnos y hacernos caer.
¿Eres de los que se preocupa por todo lo que le sucede? ¿De lo que pasará el día de mañana? ¿De su salud? De su situación económica, los cobros, las cuentas, la hipoteca o el alquiler?
¿Va atrasado en el pago de su seguro de auto? ¿Se pasa usted gran parte de su vida preocupándose? Y como si eso fuera poco, ve usted el estado inestable entre las naciones y le preocupa lo que le espera a sus hijos el día de mañana. O quizás son cosas del pasado que le atormentan, o dudas de su presente, o la incertidumbre del futuro que le inquieta.
Dejar de preocuparte por todo.
Por otro lado, los miembros de su familia también tienen sus problemas, sus familiares sufren de tensión y de grandes preocupaciones, y su mejor amigo le acaba de llamar para contarle un sinfín de problemas que le están atormentando.
De tanto preocuparte por todo los problemas que tienes, tu pelo se ha caído o se le ha puesto blanco, tiene úlceras en su estómago, y de noche no logra dormir debido a las pesadillas. O es usted el tipo de persona que cuando pasa un día sin una contrariedad piensa que algo va mal.
Cuántos no están estancados en la misma cosa, en las mismas preocupaciones y cavan su propia tumba. A estos se les conoce como LOS PREOCUPONES ¿Es usted uno de ellos?
5 consejos para dejar de preocuparte y conseguir la paz.
Presentaremos a continuación 5 consejos prácticos para dejar de preocuparte por todo, para salir de este club nocivo de los "preocupones" y conseguir la paz que tanto anhelamos.
Lea, medite y pida a Nuestro Señor, poder aplicar estos principios a su vida para poder experimentar la paz que tanto desea.
1. El sermón de la montaña.
En el Sermón en la montaña, Jesús nos dice ¡que no nos preocupemos! Jesús toma como ejemplo la naturaleza y el reino animal las aves del cielo. Jesús nos dice:
"Las flores del campo, cómo crecen ni Salomón, en toda su gloria, se vistió como una de ellas. Las aves del cielo, que cantan, no tienen que preocuparse de su sostén o donde van a vivir". (Mateto 6,25-34)
El valor del ser humano supera por amplio margen el valor de todo el universo en su conjunto, porque nuestra alma ha sido redimida por la Sangre Preciosa del Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.
Por tanto, si Dios provee por los lirios del campo y las aves del cielo, ¿acaso no proveerá por nosotros? Hombres de poca fe.
Dejar de preocuparte por todo y conseguir la paz es una meta que no debemos perder de vista. No debemos preocuparnos de lo que vamos a comer o vamos a vestir, más bien para no desgastarnos con todo aquello que nos preocupa, ocupémonos de "buscar el Reino de Dios y su justicia, y todas esas coas se nos darán por añadidura". (Cfr Mateo 6,33)
Cinco veces leemos en estos versículos del Evangelio que Jesús nos manda a no preocuparnos o estar ansiosos.
2. El Salmo 23.
Lea y medite el salmo más conocido, el salmo del Buen Pastor, el Salmo 23. Si lo reza con fe, fervor y confianza, no quedará ni escombros de esas cosas que le preocupan. El primer versículo lo resume todo:
"El Señor es mi Pastor; nada me falta".
Si tan solo conociéramos que somos esa ovejita que descansa en los brazos del Buen Pastor o sobre sus hombros, no tendríamos nada de qué preocuparnos, viviríamos solo en su amor.
3. El Diario de Santa Faustina.
De este diario, lea la Divina Misericordia en mi alma (#2) Uno de los mensajes clave de esta moderna obra maestra espiritual, es la exhortación a confiar ilimitadamente en Jesús.
Jesús dijo claramente que el más grande pecado es la falta de CONFIANZA en Su amor y misericordia. ¡El más grande pecador puede llegar a ser el más grande santo si tan solo CONFIA!
Lea y medite ese poderoso pasaje que nos desafía a CONFIAR y no temer.
"Cuando miro hacia el futuro, me atemorizo. Pero ¿por qué sumergirse en el futuro? Para mí solamente el momento actual es de gran valor, ya que quizá el futuro nunca llegue a mi alma.
El tiempo que ha pasado no está en mi poder. Cambiar, corregir o agregar, no pudo hacerlo ningún sabio ni profeta, así que debo confiar a Dios lo que pertenece al pasado.
Oh momento actual, tú me perteneces por completo. Deseo aprovecharte cuanto pueda. Y aunque soy débil y pequeña, me concedes la gracia de tu omnipotencia.
Por eso, confiando en Tu misericordia, camino por la vida como un niño pequeño y cada día Te ofrezco mi corazón Inflamado del amor por Tu mayor gloria" (La Divina Misericordia en mi alma, #2)
4. ¡Jesús en Ti confío!
Jesús dijo explícitamente a santa Faustina que deseaba que en la parte baja de la imagen de la Divina Misericordia figurará la firma: "Jesús en Ti confío."
¿Por qué no compra una hermosa imagen de la Divina Misericordia y la entroniza en su casa?, ubíquela en un lugar prominente para ser vista y venerada por todos.
Rece todos los días la Coronilla de la Divina Misericordia; ya sea a la hora de misericordia (3 de la tarde) o a cualquier hora. Dios está siempre presto para escucharnos. Dios no está demasiado ocupado.
Después de rezar la Coronilla, deposite todas las inquietudes y preocupaciones de su corazón, en el corazón misericordioso de Jesús. Rece con gran fe y fervor, y diga, JESÚS EN TÍ CONFÍO, JESÚS EN TÍ CONFÍO. Dígalo diez veces.
Si usted hace de esto una costumbre, sus preocupaciones desaparecerán como el rocío que desaparece al salir el sol.
5. María: Nuestra Señora de la Divina Providencia
Hay una anécdota interesante en la vida de san José Cottolegno, un hombre quien confió totalmente en la Divina Providencia y la intercesión de María.
San José Cottolegno, inspirado por el Espíritu Santo, fundó una casa hogar para los desamparados en Torino, Italia. Esta casa fue fundada con la condición que la Divina Providencia fuese su única fuente de ingreso, por donaciones diarias.
Y sucedió que en una ocasión que el santo no tenía un solo quinto y le ordenó a su ayudante a que fuera a comprar el pan para los pobres. Al decirle esto, su ayudante le dijo que no tenía dinero para comprar el pan. San José le dijo, ve de todos modos. En rumbo allá, se encontró con una hermosa y majestuosa mujer que le dio una gran suma de dinero, y fue suficiente para pagar lo que debían más los gastos de ese día.
Esa mujer majestuosa era al Santísima Virgen María - MADRE DE LA DIVINA PROVIDENCIA.
Conseguir la paz.
Cuando los temores, ansiedades, inseguridades y preocupaciones del pasado, presente o futuro nos atormenten y no logramos conseguir la paz soñada, entonces acudamos a María bajo el título de MADRE DE LA DIVINA MISERICORDIA.
Recemos entonces la hermosa oración de san Bernardo, el Acordaos:
Acuérdate, ¡oh piadosísima, Virgen María!, que jamás se ha oído decir que ninguno de los que han acudido a tu protección, implorando tu auxilio haya sido abandonado de Ti.
Animado con esta confianza, a Ti también yo acudo, y me atrevo a implorarte a pesar del peso de mis pecados.
¡Oh Madre del Verbo!, no desatiendas mis súplicas, antes bien acógelas benignamente.
Amén.