4 pasajes bíblicos que demuestran que El Purgatorio es real

La existencia del purgatorio ha sido un gran tema de debate por mucho tiempo para muchas denominaciones cristianas que no creen en su existencia. Sin embargo, La Iglesia Católica ha demostrado, a lo largo de toda la historia, y con una serie de pasajes bíblicos, que este lugar, realmente existe, y que es un lugar de purificación entre el cielo y el infierno, la que conocemos como El Purgatorio.

Citas Bíblicas sobre el Purgatorio.

Hay una serie de pasajes que se han interpretado como una referencia al purgatorio. Estas citas bíblicas son una clara referencia en la Biblia sobre la existencia del Purgatorio. Entre ellas, a continuación, sin ningún orden en particular:

1 Corintios 3,11-15

En este pasaje, El Apóstol San Pablo compara la vida cristiana con un proyecto de construcción. Dice así:

"El fundamento ya está puesto y nadie puede poner otro, porque el fundamento es Jesucristo. Sobre él se puede edificar con oro, plata, piedras preciosas, madera, pasto o paja: la obra de cada uno aparecerá tal como es, porque el día del Juicio, que se revelará por medio del fuego, la pondrá de manifiesto; y el fuego probará la calidad de la obra de cada uno. Si la obra construida sobre el fundamento resiste la prueba, el que la hizo recibirá la recompensa; si la obra es consumida, se perderá. Sin embargo, su autor se salvará, como quien se libra del fuego".

Aquí, el apóstol afirma que algunas personas edificarán sus vidas sobre cimientos de oro, plata o piedras preciosas, mientras que otras lo harán sobre cimientos de madera, heno o paja. Aquellos que construyan sus vidas sobre un buen cimiento serán recompensados, mientras que aquellos que construyan sus vidas sobre un mal cimiento serán quemados, pero se salvarán.

Este pasaje es una de las más claras referencias sobre el purgatorio, donde las almas se purifican antes de entrar en el cielo. 

Si la obra de la persona sobre la cual edificó permanece intacta, entonces recibirá recompensa. Si la obra de alguno se consume, entonces la persona se salvará, pero no sin antes pasar por el fuego.

2 Macabeos 12,40-45:

(Eliminado en Biblias protestantes)

"Después de haber recolectado entre sus hombres unas dos mil dracmas, las envió a Jerusalén para que se ofreciera un sacrificio por el pecado. Él realizó este hermoso y noble gesto con el pensamiento puesto en la resurrección, porque si no hubiera esperado que los caídos en la batalla iban a resucitar, habría sido inútil y superfluo orar por los difuntos. Además, él tenía presente la magnífica recompensa que está reservada a los que mueren piadosamente, y este es un pensamiento santo y piadoso. Por eso, mandó ofrecer el sacrificio de expiación por los muertos, para que fueran librados de sus pecados".

En este pasaje, el autor de 2 Macabeos cuenta la historia de Judas Macabeo, que ofreció sacrificios por los muertos. Judas lo hizo "para que se libraran de su pecado". Esta es una clara referencia a la práctica de rezar por los difuntos, tal como habitualmente lo vemos en nuestros tiempos en la Iglesia católica, sobre todo en el día en el que conmemoramos el Día de los Fieles Difuntos.

1 Pedro 3,18-22:

El Apóstol San Pedro, nombra la existencia de un sitio, al que Jesucristo descendió luego de ser crucificado, para liberar a los espíritus que estaban encarcelados ¿Qué sitio será este?

"Cristo murió una vez por nuestros pecados, siendo justo, padeció por los injustos, para llevarnos a Dios. Entregado a la muerte en su carne, fue vivificado en el Espíritu. Y entonces fue a hacer su anuncio a los espíritus que estaban encarcelados, a los que se resistieron a creer cuando Dios esperaba pacientemente, en los días en que Noé construía el arca. En ella, unos pocos, ocho en total, se salvaron a través del agua".

En este pasaje, el Apóstol San Pedro habla de Jesucristo "anunciando y predicando a los espíritus encarcelados" ¿Dónde estaban esos espíritus encarcelados? Ya que el infierno en una condena eterna, entonces ¿dónde quedaba esta prisión? ¡Esto es una referencia real del purgatorio!, donde a los que han muerto en estado de incredulidad se les da una segunda oportunidad para aceptar a Jesucristo como su Salvador.

Mateo 5,23-26:

En esta cita bíblica, Jesús menciona un lugar de castigo después de la muerte, al que irán todos aquellos que no han arreglado sus asuntos en esta vida.

"Si al presentar tu ofrenda en el altar, te acuerdas de que tu hermano tiene alguna queja contra ti, deja tu ofrenda ante el altar, ve a reconciliarte con tu hermano, y solo entonces vuelve a presentar tu ofrenda. Trata de llegar en seguida a un acuerdo con tu adversario, mientras vas caminando con él, no sea que el adversario te entregue al juez, y el juez al guardia, y te pongan preso. Te aseguro que no saldrás de allí hasta que hayas pagado el último centavo".

Jesús dice: "Si tienes alguna queja contra alguien, arréglalo pronto, mientras vas camino con él". Es una clara invitación de Jesús a que pongamos todo en orden mientras estamos en esta vida, de lo contrario, si alguien tiene quejas de nosotros, tendremos que pagar lo que sea necesario para nuestra purificación.

Si del infierno no se puede salir, ya que es el lugar del castigo eterno, entonces ¿qué es ese sitio del que habla Jesús, que dice podemos salir hasta que paguemos todas nuestras deudas? Esto es una clara enseñanza de Jesús sobre un lugar de purificación del alma después de la muerte al que hemos llamado purgatorio.

Santa Faustina sobre el Purgatorio.

Este es un testimonio de Santa Faustina Kowalska, Apóstol de la Divina Misericordia, quien visitó el Purgatorio, acompañada de su Ángel guardián.

Una noche, mi Ángel de la Guarda me pidió que lo siguiera, y de repente me vi en un lugar lleno de fuego y de almas sufrientes. Ellas estaban orando fervientemente por sí mismas, pero no era válido, solamente nosotras podemos ayudarlas. Les pregunté a las almas lo que más les hacía sufrir y me contestaron que era el sentirse abandonadas por Dios. Luego, vi a la Virgen María que visitaba a las almas del purgatorio, quienes la llamaban: "Estrella del Mar"... Al salir de aquella prisión de sufrimiento, escuché la voz del Señor que me dijo: "Mi Misericordia no quiere esto, pero lo pide mi Justicia".

Más sobre el Purgatorio: