Hay muchos católicos que creen en consultas de horóscopos y que inclusive buscan en televisión los programas de astrólogos y adivinos
Los horóscopos son un medio para intentar conocer el futuro a través de la interpretación de un astrólogo de la astrología de signos solares. La Iglesia Católica enseña en contra del uso de horóscopos y otras prácticas de adivinación como la astrología, la lectura de palmas, la clarividencia, las tablas de ouija y los médiums porque intentan ocupar el lugar de Dios. Algunas de estas cosas utilizan el mal como fuente de su poder, otras se basan en fórmulas matemáticas, y otras son personas que simplemente buscan obtener un beneficio económicos de las personas con poca fe.
Al intentar consultar un horóscopo para "saber qué es lo que nos dice en este día", o para "mostrarnos el camino de nuestro día", usurpamos el lugar de Dios en cuyas manos debemos poner nuestras preocupaciones permitiéndole que nos lleve por el camino de la santidad en el discernimiento de su voluntad para nosotros. La astrología, la adivinación, las cartas del tarot y similares no reemplazan la providencia de Dios.
"Dios puede revelar el futuro a sus profetas o a otros santos. Sin embargo, una actitud cristiana sólida consiste en ponerse con confianza en las manos de la Providencia para todo lo que concierne al futuro, y abandonar toda curiosidad malsana al respecto. La improvisación, sin embargo, puede constituir una falta de responsabilidad". (Catecismo de la Iglesia Católica, #2115)
Sin duda, alguna vez te topaste con alguien que le preguntó a un católico miembro de un grupo de la iglesia: oye, ¿y tú de qué signo eres? y el como buen católico inocente le contestó: "Aries".
¡Pues si! aunque no lo creas, aún hay muchos católicos que creen en esto y que inclusive buscan por todos los canales de televisión los programas en los cuales ponen en bandeja de plata toda esta "información", y que de paso dan consejos, hechizos, números y colores de la suerte y hasta la compatibilidad con otros signos.
Y lo peor de todo es que estos hermanos católicos bien intencionados, pero con poca formación, lo creen y le dan más importancia que a cualquier otra cosa.
La verdad es que no es culpa de ellos; a veces es la falta de información y la grandiosa campaña de confusión que los medios de comunicación y aquellos que dan esta información llevan a cabo.
¿Cuántas veces no has visto a las astrólogas dando el horóscopo con una imagen de la Virgen María atrás, de escenografía? ¿o a las que dicen los hechizos bendiciendo estos "en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo? ¿o bien pidiéndole a "Dios" que le permita llevar a cabo algún hechizo y tener alguna visión o revelación del futuro?
La verdad es que todo esto confunde a muchos hermanos, y más si no se tienen bases fuertes en las creencias que forman parte de nuestra fe. La verdad es que la consulta a los horóscopos es una forma de adivinación, y va en contra del Primer Mandamiento según lo indica el Catecismo de la Iglesia Católica:
"Todas las formas de adivinación deben rechazarse: el recurso a Satán o a los demonios, la evocación de los muertos, y otras prácticas que equivocadamente se supone "desvelan" el porvenir (cf Dt 18, 10; Jr 29, 8). La consulta de horóscopos, la astrología, la quiromancia, la interpretación de presagios y de suertes, los fenómenos de visión, el recurso a "mediums" encierran una voluntad de poder sobre el tiempo, la historia y, finalmente, los hombres, a la vez que un deseo de granjearse la protección de poderes ocultos. Están en contradicción con el honor y el respeto, mezclados de temor amoroso, que debemos solamente a Dios". (CIC 2116)
El signo de los católicos.
Los cristianos tenemos un signo: La santa cruz. Una vez hemos entregado la vida al Señor no podemos seguir confiando en el signo del zodíaco sin ofender a Dios.
Pero, te preguntarás, ¿qué de malo tiene leerlo por curiosidad? Te diría entonces que, si lo leemos es porque hay algún interés. Sería tonto leer algo sabiendo que es puro engaño.
Además de dar un mal testimonio, nos roba un tiempo que se le quita a otras cosas de valor, como la oración. ¿Cómo vamos a darle nuestro interés a una práctica que suplanta con mentiras a la Providencia Divina?, sería restarle nuestra confianza a Dios, ¿no creen?
No sé ustedes hermanos, pero de poner mi confianza en un montón de estrellas e inventos de una persona, a ponerla en Dios que fue el que me creó, y al que en verdad le importo e intereso, pues prefiero quedarme con mi confianza en Dios.
Te invito a que pongas tú también tu confianza solo en Él, así que la próxima vez que alguien te pregunte: "¿oye, y tú que signo eres?" dile: "mi signo, es el Signo de la Santa Cruz".
¿Qué debo hacer si tengo la costumbre de consultar los horóscopo o he visitado a una adivina?
Si has consultados los horóscopos, y los haces de forma regular, o has visitado a algún adivino, o te has involucrado en algunos otros conjuros de espíritus o has usado una tabla ouija, debe ir a la confesión tan pronto como te sea posible.
Estos actos pueden ser pecados mortales o veniales, dependiendo de las circunstancias, pero sin embargo se consideran pecado y requieren de verdadero arrepentimiento. Antes de confesarse, asegúrese de hacer un examen de conciencia completo para poder hacer una confesión completa y buena y librarte de esas influencias malignas que pueden estar rondándote como consecuencia de abrir la puerta a la adivinación.
Oración de liberación contra el pecado de la adivinación.
Señor Jesucristo, tu Señorío es indiscutible sobre cada una de las obras de tu creación. Quiero pedirte en este momento un derramamiento especial de tu gracia sobre mi vida, un derramamiento del poder de tu Espíritu Santo, para que me libere de algunos actos que hice que no fueron de tu agrado.
Estoy consciente de que, donde está el Espíritu Santo hay libertad, plena, por eso recurro a su fuerza que todo lo penetra para que me dé la liberación absoluta de los pecados de adivinación a los que me sometí.
Libérame de todas las formas del mal en el que mi vida se ha sumergido. Propongo firmemente no volver a pecar, Te ofrezco todo el dolor de mi corazón y lo más pronto posible, tengo la intención de reconciliarme contigo a través del Sacramente de la Reconciliación.
Oh Dios, Tú que eres la Resurrección y la vida, cuídame y guía mis pasos. Es en el nombre de Jesús te lo pido. Amén