Exorcista te ayuda a limpiar tu casa de ídolos y que puede ser que no sabes que tienes. Los ídolos en el hogar, objetos "mágicos" pueden afectar la paz en tu hogar
¿Tienes ídolos en tu casa? Exorcista te ayuda a eliminar ídolos.
Hay ídolos que tienes en tu casa y no lo sabes y pueden estar afectándote. Algunos ídolos en casa pasan desapercibidos, pero que, con mucha salud espiritual, pueden ser encontrados para echar fuera su fuerza espiritual negativa que pueda estar afectando la paz de tu hogar.
¿Qué es un ídolo?
Un ídolo puede ser cualquier objeto al que le des más importancia que Dios mismo y el cual crees que tiene más poder de influenciar áreas, varios o todos los aspectos de tu vida. Un ídolo puede ser cualquier cosa a la que hayas entregado tu corazón y tu mente más que a Dios y le atribuyes poderes especiales.
No solo los objetos pueden llegar a ser ídolos, cualquier cosa a la que le concedas casi toda tu energía y enfoque como: el sexo, el dinero, la fama, tu pareja, el éxito de tu profesión, tus estudios, etc.
Lo difícil de los ídolos es que usualmente no parecen ser cosas malas a simple vista. La idolatría, sin embargo, ocurre cuando enfocamos nuestra energía a algo distinto a Dios, al que le atribuimos fuerzas misteriosas capaces de darnos algún tipo de bienestar.
Los ídolos según la Biblia.
Tal vez la mejor manera de entender lo que es un ídolo es a la luz de las Sagradas Escrituras. Hay un pasaje de la Escritura, que creemos que encierra una gran respuesta a las tres preguntas comunes de hoy en día. ¿Qué es un ídolo? ¿Por qué es peligroso? ¿Qué aspecto tienen hoy?
"Por lo tanto, hagan morir en sus miembros todo lo que es terrenal: la lujuria, la impureza, la pasión desordenada, los malos deseos y también la avaricia, que es una forma de idolatría. Estas cosas provocan la ira de Dios sobre los rebeldes." (Colosenses 3,5-6)
Como vemos, los ídolos no son solo objetos o cosas a los le atribuimos algún poder especial, también son cosas que nos esclavizan y nos separan del amor de Dios.
"No introduzcas en tu casa nada abominable, porque también tú te harías digno de ser consagrado al exterminio. Detesta todo eso y considéralo abominable, porque está consagrado al exterminio" (Deuteronomio 7,26)
Al leer esta instrucción en las Escrituras no podemos solo pensar que esto se refiere solo a objetos materiales. Podrías estar introduciendo el adulterio, la codicia, la mentira, la envidia a tu hogar. Pero sí nos queda claro que hay objetos que debemos detestar a los que le atribuimos un poder superior al de Dios y que no corresponde con su divinidad.
Ídolos en tu casa.
En un artículo publicado en el portal de Portaluz, un exorcista explica que puedes tener ídolos en tu casa y no saberlo y además te enseña la forma de limpiar tu casa de ídolos.
Echa un ojo alrededor de tu casa, y pregúntate si posees alguno de los siguientes objetos posicionados en algún rincón de tu hogar:
- ¿Un elefante con la trompa para arriba es el principal adorno en tu sala?
- ¿Detrás de tu puerta hay una herradura?
- ¿Tienes Sapos Dorados en cada rincón de tu casa?
- ¿Tienes tu casa decorada con cuarzos, péndulos o calaveras?
- ¿En la entrada de habitaciones no falta la sábila con moños rojos?...
"Deshazte de ellos, limpia tu hogar y a tu familia de todo objeto de idolatría, porque lejos de traer suerte, fortuna y protección, le estás dando la espalda a Dios y vas directo a iniciar una relación con el mundo de Satanás."
Es lo que afirma en esta entrevista el sacerdote Guillermo Barba Mojica, coordinador de Exorcistas de la Arquidiócesis de México, que difunde la propia web eclesial.
Los ídolos son abominaciones.
Lo más peligroso de estas prácticas es que desprecian nuestra fe; y lo que es peor, lesionan gravemente nuestra relación con el Dios del amor, el Dios de la misericordia que cuida de nosotros y que nos ama con un amor eterno, puesto que ponemos en su lugar ídolos, es decir, objetos a los que se les atribuye un poder sobrenatural, puntualiza el conocido y polémico sacerdote.
Explica el padre Guillermo que como lo expone la Biblia, en el libro del Deuteronomio, todas estas costumbres paganas son abominaciones para el Señor tu Dios, y al ponerlas en práctica se está quebrantando el primer mandamiento:
"El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, y amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas".
Añade que el hombre envuelto en la tentación de controlar su vida y el porvenir (una de las cosas que motiva la posesión de estos objetos de idolatría) usurpa un lugar que solo le corresponde a Dios, porque como señala el Papa Francisco en la exhortación apostólica Lumen Fidei:
"El ídolo es un pretexto para ponerse a sí mismo en el centro de la realidad, adorando la obra de las propias manos".
A esto se suma la fuerte influencia de una cultura del sincretismo religioso, de la Nueva Era y de un neo paganismo, que lleva a muchos católicos que desconocen su fe, a ser presa de este mundo en el que se respira una atmósfera de pecado.
La raíz del problema es el desconocimiento de Cristo y de su Evangelio, por lo que es apremiante evangelizar, ya que muchos bautizados, al estar alejados de los Sacramentos, de la Palabra de Dios, caen en el terreno de la idolatría, depositando su confianza en objetos, que incluso convierten en ídolos ante los cuales se inclinan.
El Padre Guillermo responde ahora a una serie de preguntas e interrogantes que debemos tener muy en cuenta al practicar nuestra fe.
¿Hay objetos que se pueden vincular al pecado, sin que se pueda percibir?
Todo aquello que pretende sustituir a Dios, desde un artículo que idolatramos por pertenencia sentimental, hasta los que apreciamos más que nuestras vidas, y que muchas veces son simples objetos creados para hacer crecer nuestro ego, porque sabemos que ninguna cosa o persona puede ejercer de sí autoridad sobre el hombre, si no le viniese de Dios, y es claro que Él mismo no da autoridad a los objetos.
¿Se debe alertar a los fieles sobre la presencia de estos ídolos?
Como señala el Papa Francisco en la Encíclica la Luz de la fe: "La fe, en cuanto sea asociada a la conversión, es lo opuesto a la idolatría; es separación de los ídolos para volver al Dios vivo, mediante un encuentro personal".
Por lo que la única manera de erradicar la superstición, la idolatría y el mal de nuestras vidas, es un encuentro vivo y personal con Jesucristo a través del anuncio kerigmático, seguido de una catequesis sólida.
El efecto de los ídolos en los hogares.
Los objetos de idolatría son una estrategia del demonio para minar la fe de los creyentes y, al depositar la confianza en ellos, se puede entablar una relación con el mundo de Satanás, porque quien los usa deja de ser creyente verdadero y se convierte en crédulo.
También está el daño psicológico, puesto que hay personas que desarrollan una enajenación con estos objetos, hasta el punto de tener alucinaciones auditivas y visuales, lo que refuerza un pensamiento mágico que puede llegar a ser tan fuerte hasta convertirse en una psicosis familiar.
Otro aspecto en el que también causan un grave daño es en la economía familiar, que muchas veces se ve lesionada por el dinero que se invierte en estas prácticas.
Por todo esto, la Iglesia es clara cuando nos advierte en el Catecismo que nos guardemos de caer en estas tentaciones.
¿Estos ídolos deberían desterrarse?
Un paso hacia la conversión es la renuncia a esos objetos de idolatría, no solo de manera implícita sino explícitamente, y un gesto de renuncia es destruirlos para no fomentar que otras personas se adhieran a ellos.
La mejor manera de hacerlo es llevar estos objetos al sacerdote para que él realice brevemente una oración de liberación y nos indique la forma más conveniente de acabar con ellos.