25 frases de Francisco de Asís que Mueven el Corazón

Seguramente habrás leído muchas frases de fe y esperanza en tu vida, pero estas 15 frases de San Francisco de Asís, estremecerán tu corazón de realmente profunda que pueden llegar a ser. A lo largo de su vida, San Francisco de Asís no escribió ningún tratado sobre la oración. Tampoco se preocupó demasiado en enseñar a sus hermanos un método de oración. Pero esto no le impidió ser un guía seguro, al tiempo que un ejemplo viviente, en el camino de la unión con Dios. 

Lo esencial de la enseñanza de Francisco de Asís, así como de su experiencia personal sobre la oración, se halla contenido en la siguiente frase: "Aplíquense los hermanos a lo que por encima de todo deben anhelar: tener el espíritu del Señor y su santa operación" (2 R 10,8-9)

La vida de oración, según San Francisco de Asís, es ante todo ese gran anhelo, esa búsqueda incesante del Espíritu del Señor y de su acción en nosotros. Somos incapaces, por nosotros mismos, de nombrar dignamente a Dios.

No sabemos orar como es debido. ¿No consiste la oración, para el cristiano, en unirse a Jesús en su relación con el Padre? Orar es aprender a decir «Abba». Y eso solo es posible gracias al Espíritu. El Espíritu del Señor es el gran iniciador en la vida de oración. Por eso debemos anhelarlo por encima de todo y dejarle actuar en nosotros. *

San Francisco de Asís, fue un humilde servidor de Dios que lo dejó todo para seguir al Señor, se preocupó mucho por la Santidad de los demás y de todos los hermanos, realizaba muchos Sacrificios y ayunos.

25 frases de San Francisco de Asís.

Las siguientes frases de San Francisco de Asís están llenas de una santa humildad y obediencia a la Iglesia. Un Laico comprometido que Amó al Señor más allá de sus propios límites.

Frases de Francisco de Asís.

1. "Si tú, siervo de Dios, estás preocupado por algo, inmediatamente debes recurrir a la oración y permanecer ante el Señor hasta que te devuelva la alegría de su Salvación". (San Francisco de Asís).
   
   
2. "La verdadera enseñanza que transmitimos es lo que vivimos; y somos buenos predicadores cuando ponemos en práctica lo que decimos". (San Francisco de Asís).
   
   
3. "Comienza haciendo lo que es necesario, después lo que es posible y de repente estarás haciendo lo imposible". (San Francisco de Asís).
   
   
4. "El hombre debería temblar, el mundo debería vibrar, el Cielo entero debería conmoverse profundamente cuando el Hijo de Dios aparece sobre el altar en las manos del sacerdote". (San Francisco de Asís).
   
   
5. "Espíritus malignos y falsos, hagan en mí todo lo que quieran. Yo sé bien que no pueden hacer más de lo que les permita la mano del Señor. Por mi parte, estoy dispuesto a sufrir con mucho gusto todo lo que él les deje hacer en mí". (San Francisco de Asís).
   
   
6. "Es siervo fiel y prudente el que, por cada culpa que comete, se apresura a expiarlas: interiormente, por la contrición y exteriormente, por la confesión y la satisfacción de obra". (San Francisco de Asís).
   
   
7. "El demonio se alegra, sobre todo, cuando logra arrebatar la alegría del corazón del servidor de Dios. Llena de polvo las rendijas más pequeñas de la conciencia que puedan ensuciar el candor del espíritu y la pureza de la vida. Pero cuando la alegría espiritual llena los corazones, la serpiente derrama en vano su veneno mortal". (San Francisco de Asís).
   
   
8. "Cuando el servidor de Dios es visitado por el Señor en la oración con alguna nueva consolación, antes de terminarla, debe levantar los ojos al cielo y, (juntas las manos), decir al Señor: "Señor, a mí, pecador e indigno, me has enviado del cielo esta consolación y dulzura; te las devuelvo a ti para que me las reserves, pues yo soy un ladrón de tu tesoro." Y también: "Señor, arrebátame tu bien en este siglo y resérvamelo para el futuro." Así debe ser, de modo que, cuando salga de la oración, se presente a los demás tan pobrecitos y pecador como si no hubiera obtenido ninguna gracia nueva. Por una pequeña recompensa se pierde algo que es inestimable y se provoca fácilmente al Dador a no dar más". (San Francisco de Asís).
   
   
9. "Luchemos por alcanzar la serenidad de aceptar las cosas inevitables, el valor de cambiar las cosas que podamos y la sabiduría para poder distinguir unas de otras". (San Francisco de Asís).
   
   
10. "Predica el evangelio en todo momento, y cuando sea necesario, utiliza las palabras". (San Francisco de Asís).
    
    
11. "Señor, hazme un instrumento de tu paz. Donde haya odio, siembre yo amor; donde haya ofensa, perdón; donde hay duda, fe; donde hay desesperación, esperanza; donde haya tinieblas, luz; donde haya tristeza, alegría". (Fragmento de la famosa oración atribuida a San Francisco de Asís.)
    
    
12. "¡Terrible es la muerte!, pero cuán apetecible es también la vida del otro mundo, a la que Dios nos llama". (San Francisco de Asís).
    
    
13. "No peleen entre sí y con los demás, si no traten de responder humildemente diciendo: Soy un siervo inútil". (San Francisco de Asís).
    
    
14. "En la santa caridad que es Dios, ruego a todos los hermanos, tanto a los ministros como a los otros, que, removido todo impedimento y pospuesta, toda preocupación y solicitud, como mejor puedan, sirvan, amen, honren y adoren al Señor Dios, y háganlo con limpio corazón y mente pura, que es lo que Él busca por encima de todo; y hagamos siempre en ellos habitación y morada a Aquel que es el Señor Dios omnipotente, Padre, e Hijo, y Espíritu Santo". (San Francisco de Asís).
    
    
15. "Recuerda que cuando dejes esta tierra, no puedes llevarte nada de lo que has recibido, solo lo que has dado: un corazón lleno, enriquecido por el servicio honesto, el amor, el sacrificio y el coraje". (San Francisco de Asís).
    
    
16. "Señor, ayúdame a vivir este día, en silencio, con facilidad. A apoyarme en tu gran fuerza, con confianza, con tranquilidad. A esperar el desarrollo de tu voluntad, con paciencia, con serenidad. A encontrarme con otros, pacíficamente, con alegría. A enfrentar el mañana, con confianza, con valentía". (San Francisco de Asís).
    
    
17. "Si hay hombres que excluyen a las criaturas de Dios del refugio de la compasión y la piedad, habrá hombres que harán lo mismo con sus semejantes". (San Francisco de Asís).
    
    
18. "¿Qué tienes que temer? A nada. ¿A quién tienes que temer? A nadie. ¿Por qué? Porque quien se ha unido a Dios obtiene tres grandes privilegios: omnipotencia sin poder, intoxicación sin vino y vida sin muerte". (San Francisco de Asís).
    
    
19. "Donde hay Amor y Sabiduría, no hay ni Miedo ni Ignorancia. Donde hay Paciencia y Humildad, no hay Ira ni Molestia. Donde hay Pobreza y Alegría, no hay ni Cobardía ni Avaricia. Donde hay Paz y Contemplación, no hay Cuidado ni Inquietud. Donde hay el Temor de Dios para cuidar la morada, no hay enemigo que pueda entrar. Donde hay Misericordia y Prudencia, no hay ni Exceso ni Dureza". (San Francisco de Asís).
    
    En la siguiente frase, con un modo de expresarse no poco característico de él, San Francisco de Asís habla de sí mismo, pero humillándose a la voluntad de Dios.
    
    
20. "Dios no podría haber elegido a nadie menos cualificado, o más pecador, que yo. Y así, para esta maravillosa obra que Él pretende realizar a través de nosotros, me eligió a mí, porque Dios siempre elige a los débiles y a los absurdos, y a los que no cuentan para nada". (San Francisco de Asís).
    
    
21. "Oh, divino Maestro, haz que no busque tanto ser consolado como consolar; ser comprendido como entender; ser amado como amar. Porque es dando como se recibe, es perdonando como se perdona, y es muriendo como se nace a la vida eterna". (Fragmento de la famosa oración atribuida a San Francisco de Asís.)
    
    
22. Los hombres pierden todas las cosas materiales que dejan atrás en este mundo, pero llevan consigo la recompensa de su caridad y las limosnas que dan. Por esto, recibirán del Señor la recompensa y la compensación que merecen. (San Francisco de Asís).
    
    
23. Seor, concédeme el tesoro de la sublime pobreza: permite que sea el signo distintivo de nuestra orden, que no posee nada propio bajo el sol, para gloria de tu nombre, y que no tiene otro patrimonio que la mendicidad. (San Francisco de Asís).
    
    
24. Alabado seas, mi Señor, con todas tus criaturas, especialmente con el Señor Hermano Sol, que es el día a través del cual nos das luz. Y es hermoso y radiante, con gran esplendor; de Ti, Altísimo, lleva la semejanza... Alabado seas, mi Señor, a través de nuestra hermana, la Madre Tierra, que nos sostiene y gobierna, produciendo variados frutos con flores y hierbas de colores... Alabado seas, mi Señor, por la Hermana Luna y las estrellas; en los cielos, las has hecho brillantes, preciosas y hermosas. (San Francisco de Asís).
    
    
25. Cada día Él se humilla como lo hizo cuando, desde su trono celestial, entró en el vientre de la Virgen. Cada día Él viene a nosotros y nos hace verlo en la humildad, cuando desciende del seno del Padre a las manos del sacerdote en el altar. (San Francisco de Asís).

San Francisco de Asís no escribiría grandes tratados teológicos o defensas de dogmas, pero los grandes escritos y frases que dejó en su camino de espiritualidad cristiana, lo hace ser uno de los hombres de mayor espiritualidad que Dios ha querido engendrar por medio de su Iglesia. San Francisco de Asís, ruega por nosotros.

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