¡Necesitamos más esposos santos! A ejemplo de los santos Luis y Celia Martin, padres de Santa Teresita del Niño Jesús, podemos tener matrimonios santos
Santos Luis y Celia Martin, padres de Santa Teresita. Esposos santos.
Mientras que la reciente decisión de la Suprema Corte de Estados Unidos de legalizar el matrimonio entre personas del mismo sexo no es ninguna sorpresa, sí revela que tan lejos se ha ido nuestra sociedad y cuánto trabajo se necesita por hacer.
Esta clase de actos demuestra que nuestra sociedad no conoce el verdadero propósito del matrimonio y lo confunde con "compañía y placer" en vez de un amor que refleja el misterio de Dios.
Por otra parte, esta decisión no debería sorprendernos con el aumento del divorcio en los últimos 50 años. La institución del matrimonio se ha ido desmoronando ante nuestros ojos durante décadas, de modo que, esta decisión de la Suprema Corte de Estados Unidos, solamente confirma esta verdad.
Entonces, ¿qué podemos hacer? ¿Cómo podemos cambiar el rumbo y traer de vuelta el matrimonio de las cenizas? Es muy simple: ¡necesitamos más esposos santos!
Si nuestros hijos no crecen en un entorno en el que ven un ejemplo brillante del amor conyugal, ellos comprarán las mentiras del mundo. El matrimonio es el fundamento de la familia y si el marido y la esposa no llevan una vida de santidad, amor y respeto, toda la familia se derrumbará.
Tenemos que profundizar y curar las heridas que se encuentran en nuestros matrimonios antes de que podamos sanar las heridas en la sociedad.
Ejemplos de santidad matrimonial
No es casualidad que los Beatos Luis y Celia Martin sean la primera pareja casada que serán canonizados en octubre, y que coincide con el Sínodo sobre la Familia.
Luis y Celia Martin fueron los padres de nueve hijos, cinco de los cuales fueron llamados a la vida religiosa, incluyendo a la amada Santa Teresa de Lisieux y cuatro de ellos fueron llamados a la morada eterna del Padre en sus primeros años de vida.
Su ejemplo de santidad fue tan fuerte que es muy probable que muchos de sus hijos sean elevados a los altares para la veneración pública (por ejemplo, la causa de canonización de Leonina está en sus etapas iniciales)
Su ejemplo de santidad no podría haber llegado en mejor momento. La mejor parte de su ejemplo de amor conyugal era que ellos eran tan humanos como nosotros y tuvieron que soportar muchas luchas para convertirse en santos. No fue fácil para ellos.
No solamente tuvieron que presenciar la muerte de hijo tras hijos en sus brazos, Celia, en particular experimentó mucho estrés al tratar de levantar a Leonina, la "niña problemática" de muy difícil temperamento. La situación resultó ser una cruz tan pesada que Celia escribiría luego:
"Bueno, ya no tengo ninguna esperanza de cambiar su naturaleza, se salvará por un milagro."
Al final, Leonina, luego de una serie de fallidos intentos de ingresar a la vida religiosa; en la que primero fue con las Clarisas, acabaría ingresando definitivamente en 1899 en la vida religiosa de la Visitación de Caen.
El hecho de que la causa de canonización de Leonina haya comenzado muestra que incluso en medio de las pruebas de disciplinar a una niña obstinada, Luis y Celia tuvieron éxito en la formación de una familia de santos.
Como resultado, Sanos Luis y Celia Martin, son grandes intercesores y ejemplos para todas las familias de los tiempos actuales. Los necesitamos en nuestro mundo caído para ser faros de luz, mostrándonos todo lo que es el verdadero matrimonio.
Todos nosotros necesitamos su ejemplo para darnos esperanza de que podemos salvar el matrimonio del lodazal y enseñar a nuestros hijos, sin importar los obstinados que puedan ser, la verdad sobre el matrimonio ¡Necesitamos santos casados! Esa es la forma más eficaz para preservar la santidad del matrimonio cuando la sociedad se desmorona.