¿Sabes Por qué el Dinero Podría Asesinar tu Matrimonio? Estudios Científicos revelan algo importante
Los problemas de dinero son la principal causa de divorcios. Estudios científicos revelan que tener cuentas separadas puede destruir el Matrimonio
No permitas que el Dinero sea el Asesino de tu Matrimonio.
Los problemas de dinero en los matrimonios son la principal causa de divorcios en todo el mundo, y los estudios han demostrado que, mientras más frecuentemente discuta una pareja por el dinero, su matrimonio es más propenso a desmoronarse. Así que, ¿cómo pueden las parejas evitar las discusiones por el dinero, a este asesino de matrimonios?
El manejo del dinero en el matrimonio es clave para fortalecer la unión matrimonial y evitar así conflictos que lleven a un resquebrajamiento de la confianza. La Biblia y el Catecismo destacan la importancia de la unidad y la transparencia financiera, mientras que estudios muestran que cuentas separadas pueden generar desconfianza y dañar la relación. A continuación, exploraremos algunos puntos esenciales (sin ningún orden en particular) para administrar sabiamente las finanzas, apoyados en principios católicos y evidencia científica práctica.
¿Mi dinero o tu dinero?
Para comenzar, en todo matrimonio saludable, los cónyuges deben olvidar la idea de "Mi dinero vs. Su dinero" o "El dinero de él vs. El dinero de ella". Ese tipo de actitud que trae consigo la insatisfacción y la infelicidad, puede hacer que adoptes un gran sentimiento de celos o resentimiento. "¿Por qué ella está gastando tanto de MI dinero?", o "¿Por qué SU salario es más alto que el mío?" La respuesta a los problemas de dinero reside en la actitud.
Cuando dejamos de pensar en el dinero como "mío" y comenzamos a pensar en él como "nuestro", entonces podemos decidir juntos la mejor manera de usarlo para el bien de toda la familia.
Mi esposo me enseñó la importancia de esa actitud al comienzo de nuestra relación, cuando la firma de abogados, para la cual trabajo, incrementó mi salario, llegando a estar por encima del que ganaba él como médico residente. Estaba aterrorizada de que sintiera amenazada su masculinidad, pero en lugar de eso él sonrió y dijo: ¡Tenemos un aumento de sueldo!
Cambiando nuestra actitud de un pensamiento de "Yo" a un pensamiento de "nosotros", nos sentimos más agradecidos de lo que cada uno aporta al matrimonio. Cuando reconocemos las necesidades financieras de la familia, en lugar de solo nuestras necesidades financieras, nos volvemos más responsables, y nos damos cuenta de que nuestros corazones deben estar más unidos a nuestra familia que a nuestro dinero.
Desapego del dinero en el matrimonio.
El desapego hacia el dinero, es la mejor forma de evitar pelear. ¿Alguna vez alguien te ha animado a que seas dueño de algo para que pelees más apasionadamente por ello? Cuando se trate de las finanzas del matrimonio, haz todo lo contrario, no sientas que eres el dueño del dinero para que evites pelear por él. En lugar de eso, mírate a ti mismo como un administrador.
La actitud de administración te ayudará a reconocer que todo lo que tenemos proviene de Dios, incluso los talentos y oportunidades que nos permiten ganarnos la vida. Dios nos da estas cosas para que las usemos para construir su Reino, no solo para lograr nuestras metas personales. Como el Catecismo de la Iglesia Católica nos dice:
"El hombre, al servirse de esos bienes, debe considerar las cosas externas que posee legítimamente no solo como suyas, sino también como comunes, en el sentido de que puedan aprovechar no solo a él, sino también a los demás". (GS 69,1). La propiedad de un bien hace de su dueño un administrador de la providencia para hacerlo fructificar y comunicar sus beneficios a otros, ante todo a sus próximos" (CIC #2404).
Esta visión involucra primero a los más próximos (tu familia) y también destinar parte del dinero que lícitamente obtienen, para ayudar a los más necesitados. Moviendo el centro de nuestras visiones financieras de un "Yo", a un "Nosotros, a "Dios", los matrimonios podrán estar tan unidos en las cuestiones de dinero como lo están en cualquier otro aspecto de sus vidas.
¿Qué aconseja la Iglesia sobre los bienes en el matrimonio?
Para el catolicismo, el matrimonio un sacramento, una unión de dos personas en amor y fidelidad, según el Catecismo de la Iglesia Católica (CIC 1603), que lo describe como una "comunidad de vida y amor". Esto implica que las finanzas deben ser manejadas de manera conjunta, reflejando esta unidad. San Pablo, en su carta a los Efesios 5,31, "los dos se harán una sola carne", refuerza esta idea, sugiriendo que las decisiones financieras deben ser compartidas.
En el Evangelio de Mateo (6,24), Jesús indica que, "no se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas", advierte contra la codicia, promoviendo el uso del dinero para apoyar a la familia, la Iglesia y los pobres, alineándose con valores espirituales.
Estudios científicos.
Varios estudios y testimonios indican que las parejas que poseen cuentas separadas pueden ser perjudiciales para su relación.
Un estudio liderado por Jenny E. Olson, publicado en el Journal of Consumer Research (The financial ties that bind: Effects of bank account structure on relationship quality), encontró que las parejas con cuentas conjuntas reportan mayor satisfacción y menor probabilidad de ruptura, especialmente entre parejas de bajos ingresos. Esto sugiere que compartir finanzas fomenta una sensación de equipo, mientras que cuentas separadas pueden generar desunión.
Un artículo de Those Catholic Men titulado "Financial Honesty in Marriage" (Financial Honesty in Marriage) ofrece un caso práctico: Tony y Laura, una pareja católica, enfrentaron problemas debido a cuentas separadas. Tony ocultó un crédito para gastos inapropiados, y Laura tenía $40,000 en deudas ocultas, lo que generó resentimiento y falta de confianza.
El artículo destaca que la verdadera razón detrás de cuentas separadas a menudo es "Te amo, pero no confío en ti", lo que contradice los valores católicos de transparencia y unidad.
Estudios adicionales y estadísticas.
Otros estudios, como los citados en Forbes (Are Separate Bank Accounts Good For Your Relationship?), confirman que las cuentas conjuntas benefician la relación, especialmente en parejas con recursos limitados.
En Bankrate (Reasons for married couples to consider separate bank accounts), se menciona que el 32% de las parejas admiten infidelidad financiera, como gastar más de lo que su pareja aprobaría, y el 45% discute sobre dinero ocasionalmente, cifras que aumentan entre millennials y generación X.
Esto refuerza que cuentas separadas pueden exacerbar conflictos, especialmente en matrimonios católicos, donde la unidad y el testimonio de amor cristiano y confiabilidad es algo esencial.
Recomendaciones prácticas.
Las parejas deben siempre discutir sus metas financieras juntos, promoviendo así la confianza y la transparencia en la relación.
El artículo de A Counseling (Marriage & Money: 10 Biblical Principles of Financial Stewardship) ofrece principios bíblicos, como unirse en la gestión del dinero dentro de la relación matrimonial (Marcos 10,6-9, Efesios 5,30-31) y priorizar los intereses mutuos (Romanos 12,1, 10), lo que incluye manejar deudas y establecer presupuestos juntos.
En resumen, la gestión del dinero debe reflejar la unidad y el amor del matrimonio, y cuentas separadas pueden llevar a falta de confianza y conflictos, como lo muestran estudios y casos prácticos. La evidencia sugiere que compartir finanzas fomenta una relación más fuerte, alineándose con los valores católicos de comunidad y apoyo mutuo
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Andrea Pérez, Venezolana viviendo en Ecuador, hija de Dios, mujer de fe, madre y esposa. De profesión ingeniera, y de corazón misionera. Trabajando día a día en mi crecimiento espiritual y buscando la coherencia, tomando como guía la frase de San Pablo: Cambia tu manera de pensar y cambiará tu manera de vivir (Ro 12,2)
