Carta abierta a las mujeres solteras que están esperando.

Sin duda alguna, hoy en día, son muchos los hombres y mujeres solteros que esperan por esa oportunidad adecuada de encontrar a su pareja ideal y próximo futuro cponyuge. En este artículo quiero centrarme en las mujeres solteras que están esperando por esa pareja con la que quieren compartir su vida.

Entré a una tienda en la víspera de Año Nuevo y sin ser una sorpresa para mí, la mercancía propia de estas festividades había sido ya reemplazada por cosas alusivas al día de San Valentín.

Un mar color rosa y rojo me recibió apenas entré en la tienda. Fue un recordatorio de que este mundo vive definitivamente de acuerdo al calendario.

Tampoco pude evitar pensar en cada mujer que camina a través de esta explosión de corazones y flores y que siente que otro día de San Valentín se acerca y ella aún está soltera.

Pensé sobre cada mujer que es bombardeada con preguntas acerca de su futuro y que no tiene las respuestas. Pensé en mi propio viaje para encontrar satisfacción en mi soltería.

Si eres como yo, seguramente has asistido ya a unas cuantas bodas. Una a una tus amigas se están comprometiendo. Puede que le tengas temor a las festividades familiares navideñas porque es cuando todas las preguntas acerca de cuándo te llegará la hora se magnifican.

Matrimonio y propósito van de la mano

Ciertamente existe el peligro potencial de dejar que estos constantes recordatorios de nuestra vida de solteras influyan nuestros pensamientos acerca de nuestro valor propio.

Existe incluso, la tendencia a aferrarse a lo que es conveniente, para llenar esos vacíos en nuestras vidas que solamente Dios puede llenar.

Los escenarios no tienen fin cuando se trata de acercarnos a personas o cosas para hacernos sentir que nuestras vidas no están faltas de nada, sin embargo, el problema con este concepto es que esto está muy lejos de la palabra de Dios. Nosotros estamos completos en Él, pero el mundo puede enviar un mensaje muy diferente.

"En Él ustedes lo tienen todo, pues Él está por encima de todos los poderes y autoridades sobrenaturales." (Colosenses 2,10)

Puede que no sea una erudita de la Biblia, pero me gustaría pensar que matrimonio y propósito van de la mano.

Creo con todo mi corazón que el matrimonio no es un ítem en una lista de quehaceres, y que el deseo de casarse debe provenir del Espíritu Santo y no de expectativas fijadas por un mundo que promueve una mentalidad de "todo a prisa".

Elijo creer que, como mujer soltera y cristiana, mi responsabilidad es buscar a Dios antes que todo y verdaderamente encontrar deleite, paz y alegría al poder descansar en Su presencia. Esto no es siempre fácil, pero el buscar a Dios vale el esfuerzo.

"Pon tu alegría en el Señor, Él te dará lo que ansió tu corazón". (Salmo 37,4)

Ser soltera no es un castigo

He llegado a la conclusión de que ser soltera no es un castigo. No es una maldición. No es algo de lo que debemos avergonzarnos. Es una temporada de nuestras vidas que tiene un propósito, pero que comúnmente pasamos por alto por estar muy ocupados preocupándonos por nuestro futuro.

En lugar de llenarnos de miedo, deberíamos estar en oración y atentos a dejar guiar nuestros pensamientos, decisiones y acciones por Dios cuando se trata del noviazgo y el matrimonio.

Carta a las mujeres solteras que están esperando

Todo comienza con desarrollar una relación con Dios y permitir que Su Palabra transforme nuestros pensamientos y nos de la fuerza para vivir nuestras vidas.

Eso significa que es posible vivir una vida plena y feliz como mujer soltera, solamente debemos asegurarnos de posicionarnos para triunfar en la situación en la que estemos.

"Va irradiando salud y dignidad, mira con optimismo el porvenir". (Proverbios 31,25)

Mientras más aprendo acerca de Dios, más entiendo la diferencia entre los caminos del mundo y los de Dios. Sus caminos requieren disciplina y paciencia, mientras que el mundo en el que vivimos puede ser impaciente y vivir constantemente a prisa.

Como mujeres cristianas, nuestra posición frente a la soltería debería ser diferente. Nuestros noviazgos deberían ser diferentes. Nuestra actitud al dejar que los planes de Dios se desarrollen en nuestras vidas debería ser diferente.

No va a ser siempre fácil y habrá días en los que sintamos cierto nivel de incertidumbre, pero a través de la relación con Cristo, podemos y desarrollaremos la habilidad de sobrellevar comentarios, cuchicheos e incluso juicios porque nosotras entendemos que Dios tiene el control de todas las cosas.

Sólo existe un amor que vale la pena buscar y es el amor de Dios. Como hijas de Jesucristo no fuimos creadas para mendigar amor ni tomar pedazos de amor de lugares de conveniencia. No, Dios tiene un plan para nuestras vidas y Sus planes no están dictados por cronogramas o incluso relojes biológicos.

Los planes de Dios para nuestras vidas no están influenciados por mostradores de tiendas o incluso por momentos de soledad que podamos experimentar. Los planes de Dios son perfectos, no convenientes.

"Porque Yo sé muy bien lo que haré por ustedes; les quiero dar paz y no desgracia y un porvenir lleno de esperanza". (Jeremías 29,11)

Así que más allá de buscar un anillo o un cambio de estado en las redes sociales, creo que Dios quiere que lo busquemos a Él.

En lugar de esperar y orar por alguien que nos venga a completar, creo que Dios quiere que nos demos cuenta de que estamos completas a través de Él y en Él solamente.

Francamente, el mundo ha hecho del matrimonio una meta y, de acuerdo a todos los consejos no solicitados que recibo regularmente, me estoy quedando atrás.

Tengo más de treinta años y no he conocido al indicado, pero me gustaría pensar que mi Dios sabe lo que hace. Él sabe lo que necesitamos y cuándo lo necesitamos, y va a llegar un momento en el que tenemos que creer en la Palabra de Dios lo suficiente como para mantener nuestras cabezas en alto incluso cuando las preguntas sean más que las respuestas.

Así que tenemos una decisión que tomar. Como mujeres cristianas debemos decidir si seremos influenciadas por este mundo o por la palabra de Dios en lo que respecta a nuestra soltería.

Debemos decidir si dejaremos que la palabra de Dios defina quiénes somos o permitiremos que expectativas mundanas dicten el valor de nosotras mismas.

Recuerden, ustedes están justo donde Dios quiere que estén. Su valor y propósito son mucho más grandes que su soltería.

Todo lo que Dios tiene para ustedes vendrá, así que decídanse por la paciencia, la búsqueda diaria de Dios y crean que Dios verdaderamente tiene un plan para sus vidas que las maravillará.