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Categoría: Familia

Aquí te damos algunos pasos para ser humildes. Son algunos consejos muy sencillos y prácticos a seguir para lograr la humildad

Mucha gente tiene una idea equivocada sobre Dios, la Biblia y la humildad, o sobre ser humilde. Piensan que ser humilde significa arrastrarse delante de los demás o pensar que no son buenos y que los demás son mejores. En esta publicación verás lo que es la humildad y te diremos algunos pasos para ser humilde o algunos consejos para comenzar a serlo.

La humildad en la Biblia.

Dios dice que cuando eres humilde, estás libre de orgullo y arrogancia. Sabes que en tu carne eres inadecuado, pero también sabes quién eres en Cristo.

La humildad divina es estar cómodo con quien eres en el Señor y por lo tanto poner a los demás en primer lugar. La imagen de la humildad en la Biblia es la de una persona fuerte que ama a los demás, no la de alguien que es un cobarde.

Cuando Dios dice que seamos humildes, nos hace saber que debemos examinar nuestros motivos y actitudes. También debemos examinar cómo respondemos a los demás.

A continuación, una reflexión realizada por el Padre Juan Ruiz, LC, desde la-oracion.com, que reflexiona sobre la humildad

De todas las virtudes, la humildad puede considerarse una de las más difíciles de conseguir. Toda la literatura sobre el tema nos lo repite. Siempre recordamos frases de grandes hombres como Ruskin («estoy convencido que la primera prueba de un gran hombre consiste en la humildad») Cicerón («cuanto más alto estemos situados, más humildes debemos ser») y, por supuesto, de santos como el Cura de Ars («si no tienes humildad, puedes decir que no tienes nada»), San Agustín («sólo a pasos de humildad se sube a lo alto de los cielos») o Santa Teresa («aquélla que le parece que es tenida en menos entre todas se tenga por más dichosa»).

Es experiencia de todos sentir el aguijón de ese "yo" que nos impulsa a hacer lo que muchas veces no queremos realizar. ¡Cuántas veces nos arrepentimos de nuestras acciones y deseamos vivir con más sencillez y menos altanería! ¿Cómo ser humilde?

Dentro de las muchas presentaciones que me llegan, esta semana hubo una que me llamó particularmente la atención y que daba, justamente, siete pasos para conseguir la humildad. Me picó la curiosidad. Su lectura me ha ayudado mucho y he querido compartirla con todos ustedes, retocándola un poco (a cada consejo le he añadido un párrafo de algún santo que le dé más peso y contenido).

10 pasos para ser humilde o comenzar a serlo.

Ciertamente, estas líneas no pretenden ser un manual de "consígalo sin esfuerzo". No hay rosa sin espinas. Pero tal vez la lectura de este artículo pueda ayudar a alguno a enderezar el camino, como si se tratase de un GPS que pide una reorientación de ruta. Espero, pues, que estos ocho pasos sirvan a más de uno ¡Disfrute ahora d esta buena lectura!

1. Procura descubrir lo mejor de cada uno.

Todo ser humano ha tenido experiencias que tú no has tenido, y en esos aspectos te aventaja. Einstein, reputado como uno de los grandes cerebros de la humanidad, dijo:

"Nunca he conocido a una persona tan ignorante que no tuviera algo que enseñarme".

Un consejo de una gran santa para ser humilde:

"Procuremos siempre mirar las virtudes y cosas buenas que viéremos en los otros, y tapar sus defectos con nuestros grandes pecados. Es una manera de obrar que, aunque luego no se haga con perfección, se viene a ganar una gran virtud, que es tener a todos por mejores que nosotros, y comiénzase a ganar por aquí el favor de Dios" (Santa Teresa de Jesús, Vida, 13, 6).

2. Elogia sinceramente a los demás.

¿Cómo se va a desdeñar a una persona a la que se le está diciendo lo que se admira de ella?

Cuanto más se mencionen las buenas cualidades de quienes rodean a uno, más virtudes se descubrirán en ellos, y será más difícil que uno caiga en la trampa del egocentrismo. Esto es un paso para ser humilde que es esencial de practicar.

"La humildad es la virtud que lleva a descubrir que las muestras de respeto por la persona, por su honor, por su buena fe, por su intimidad, no son convencionalismos exteriores, sino las primeras manifestaciones de la caridad y la justicia". (San José María Escrivá, Es Cristo que pasa, 72).

3. No te demores en admitir tus errores.

Dicen que la frase más difícil de pronunciar en cualquier idioma es: "Me equivoqué". Quienes se rehúsan a hacerlo por orgullo suelen volver a caer en los mismos errores (sólo el hombre cae dos veces en la misma piedra) y, además, terminan marginándose de los demás.

Para ser humilde es necesario saber que muchas veces fallas. Debemos aprender a admitir los errores.

"La humildad es una antorcha que presenta a la luz del día nuestras imperfecciones; no consiste, pues, en palabras ni en obras, sino en el conocimiento de sí mismo, gracias al cual descubrimos en nuestro ser un cúmulo de defectos que el orgullo nos ocultaba hasta el presente" (Santo Cura de Ars, Sermón sobre el orgullo).

4. Sé el primero en disculparse después de una discusión.

Si la frase más difícil de pronunciar es: "Me equivoqué2, la siguiente más difícil debe de ser: "Perdóname".

Si quieres dar el paso para ser humilde, utiliza más esa palabra en tu vocabulario.

Ese simple vocablo mata el orgullo (pues te reconoces tan pecador como él) y pone fin al altercado: dos pájaros muertos de un solo tiro. Pero para eso, es necesario reconocer que tanto él como yo podemos equivocarnos.

"Si vieres a alguno pecar públicamente, o cometer cosas graves, no te debes estimar por mejor: porque no sabes cuánto podrás tú perseverar en el bien. Todos somos flacos; mas tú no tengas a alguno por más flaco que a ti". (La Imitación de Cristo, I, 2, 4).

5. Admite tus limitaciones y necesidades.

Es parte de la naturaleza humana querer dar la impresión de ser fuerte y autosuficiente; eso normalmente no hace más que dificultar las cosas.

Si manifiestas humildad pidiendo ayuda a los demás y aceptándola, sales ganando. Para ser humilde hay que saber reconocer nuestras propias limitaciones.

"Esto de no fiarse del propio parecer nace de la humildad. Por ello, el cap. II de los Proverbios dice que donde hay humildad, hay sabiduría. Los soberbios, en cambio, confían demasiado en sí mismos". (Santo Tomás de Aquino, Sobre el Padrenuestro, l.c., 142).

6. Sirve a los demás.

¿Quieres dar un gigante paso para ser humilde?: Ofrécete a ayudar a los ancianos, los enfermos y los niños, o a prestar algún otro servicio comunitario. Al hacer este servicio, saldrás beneficiado, pues aparte de adquirir humildad, te ganarás la gratitud y el cariño de muchas personas.

"Cuando se te presente la ocasión de prestar algún bajo y abyecto al prójimo, hazlo con alegría y con la humildad con que lo harías si  fueras el siervo de todos. De esta práctica sacarás tesoros inmensos de virtud y de gracia". (León XIII, Práctica de la humildad, 32).

7. Reconócele a Dios el mérito de toda cualidad que tengas y de todo lo bueno que te ayude a hacer.

Es importante abrir los ojos del alma y considerar que no se tiene nada nuestro de lo que debamos gloriarnos. Lo único que realmente tenemos es pecado y debilidad. Los dones de la naturaleza y de gracia que hay en nosotros, solamente merecen ser agradecidos a Dios, que nos lo ha dado cuando ha pensado en nosotros.

"Nadie confíe en sí mismo al hablar; nadie confíe en sus propias fuerzas al sufrir la prueba, ya que, si hablamos con rectitud y prudencia, nuestra sabiduría proviene de Dios, y si sufrimos los males con fortaleza, nuestra paciencia es también don suyo" (San Agustín, Sermón 276).

Hemos también agregado otros dos consejos que pensamos que tienen mucho que ver en nuestro camino de crecimiento hacia la humildad.

8. Busca regularmente la opinión de los demás.

Esto es, quizás, una de las cosas más difíciles de hacer. Por tendencia natural tenemos una inclinación a querer lograrlo todo por nuestros méritos y por nuestro propio esfuerzo. Te digo algo: esta cualidad es innata de los grandes líderes. Todos podemos ganar al escuchar lo que otros piensan de nosotros.

Para ser humilde, tómese el tiempo para pedir a los demás que den su opinión, anónimamente si es necesario, y deje claro que sus opiniones son bienvenidas. Escuchen la retroalimentación abiertamente, respételas todas y luego agradezca por todas esas opiniones. Utilice la que más se adecúa a su momento.

9. Reconócete pequeño ante la grandeza de lo creado.

Toma nota y expresa una enorme gratitud por las bellezas y las maravillas del mundo creado por Dios. Cada cosa es maravillosa y tiene una función específica dentro de un todo. En pocas palabras, ser humilde es reconocer que no eres el centro del universo. Es difícil mantener el egocentrismo cuando se mira a algo tan impresionante como un cielo estrellado, un inmenso oceano, la hermosura de la Luna. Gracias Dios por todas esas maravillas que pones ante nuestros ojos.

10. Acepta los contratiempos.

Entre los pasos para ser humilde, este puede costar un poco, porque implica aceptación. Acepta que no puedes controlarlo todo. Ninguno puede hacerlo. Aceptar eso, te llevará a tener paz en tu corazón. Aprende a enfrentar esas malas experiencias y contratiempos con la aceptación.

La humildad te permite aceptar los desafíos y los contratiempos que esto genera, sin el miedo al fracaso. Cuando esos contratiempos, dificultades imprevistas y situaciones incontrolable, llegan irremediablemente a tu vida: ¡ACEPTA! no puedes tener el control de lo externo.

La aceptación te dará paz y eso te conducirá por el camino de la humildad.

Oración para ser humilde.

Señor mío, con frecuencia, me dejo influenciar mucho por lo que los demás piensan de mí. Siempre pretendo tener más o ser más inteligente o más amable de lo que realmente soy. Por favor, evita que intente llamar la atención. Que mi mano derecha no sepa lo que hace mi izquierda.

No permitas que dejes regodearme en elogios por un lado, y por el otro, desanimarme por las críticas. Ni me dejes perder el tiempo tejiendo situaciones imaginarias en las que la persona más heroica, encantadora e ingeniosa presente sea yo mismo.

Ayúdame a aceptarme tal cual soy, buscando mejorar mi relación Contigo. Ayúdame a tener paz con lo que hago y digo, aún que para los demás signifique poca cosa. Muéstrame Señor cómo ser manos y humilde de corazón, como tú lo eres. Amén.

Enfoque para ser humilde.

Tendrás más éxito en todo lo que emprendas cuando practiques lo que la Biblia dice sobre Dios y la humildad. Si eres una persona humilde, es probable que tengas más influencia que cuando luchas abrasivamente con arrogancia.

Incluso si no consigues los resultados que esperabas, tienes la alegría y el placer de haber actuado de forma piadosa. Cuando entiendes el significado de la humildad en la Biblia y lo pones en práctica, eres un ganador, incluso si no "ganas" a la manera del mundo.

Esperamos que hagas un buen uso de estos pasos para ser humilde, porque con humildad lograrás muchas cosas en tu vida, a veces hasta cosas que eran impensables en otro momento.

Adaptación y contenido agregado: Qriswell Quero, PildorasdeFe.net | Con información de extraída de: La-oracion.com

pildorasdefe qriswell quero firma autorQriswell Quero, Venezolano, esposo y padre de familia, servidor, ingeniero y misionero de la fe. Comprometido con el anuncio del Evangelio. Creyente sólido de que siempre existen nuevos comienzos. Quien a Dios tiene nada lo detiene.

Contenido publicado originalmente en Píldoras de fe, bajo el Link: https://www.pildorasdefe.net/amor/familia/Siete-pasos-sencillos-y-practicos-para-ser-humilde-o-para-empezar-a-serlo - Puede copiar esta información en su Blog citando siempre la referencia a esta fuente consultada. Para compartir en sus redes sociales, utilice los botones compartir. Conozca términos legales - Pildorasdefe.net
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