Consejos para que tus hijos participen de la celebración de la Santa Misa y lograr que vivan la Eucaristía, la respeten, se comporten y enseñarles su gran valor
9 consejos para ir a Misa con tus hijos y enseñarles su valor.
Estos consejos para ir a Misa con tus hijos son tan importante como las explicaciones que les das a tus niños en todas sus áreas. Ir a Misa con tus hijos debe ser una experiencia enriquecedora para ambos y nuestra actitud les enseñará el gran valor de la Misa si nos sabemos comportar adecuadamente como esperamos que ellos también.
Jesús nos dejó un testimonio poderoso sobre el acercar a los niños a Él: "Dejad que los niños pequeños vengan a mí, no se lo impidáis, porque el reino de Dios es de los que son como ellos". (Marcos 10,13-14)
Ir a Misa con tus hijos cuando ellos no quiere ir.
¿Y si tus hijos no quieren ir a misa? ¿Deberías seguir insistiendo? ¿No existe el peligro de que forzar el asunto los haga amargados y resentidos, e incluso más propensos a abandonar la Iglesia una vez que estén solos?
Sí, hay un cierto peligro. Pero como saben los padres sensatos, criar a sus hijos es a menudo la práctica de navegar por un camino estrecho entre los peligros, y rara vez se trata de elegir un éxito garantizado.
Tus hijos tienen también un libre albedrío, y lo mejor que puedes hacer es influir e informarles para que usen bien su libre albedrío.
Cuando tus hijos van a misa, están físicamente en la presencia de Dios Aunque se nieguen a recibir los sacramentos o a participar en la liturgia, están allí, y estar allí es diferente a estar en cualquier otro lugar del mundo.
Es posible que el mismo Espíritu Santo trabaje silenciosamente en los corazones de tus hijos, sentando las bases para una fe adulta fuerte.
Consejos para ir a Misa con tus hijos.
He aquí algunos consejos para ir a la Misa con tus hijos encontrados en el Blog Son tus hijos, para que a través de tu propio ejemplo, puedas lograr que tus hijos vivan la Santa Misa y Eucaristía de la mejor manera, la respeten y se comporten adecuadamente en ella.
Sentarse en los bancos de adelante: evitamos distracciones y ven mejor lo que pasa, están más atentos. (Si fuéramos a un espectáculo teatral o de música, a todos nos gustaría estar en primera fila).
1. Cuidar la forma de vestir en Misa.
Recordar algo muy importante, no es lo mismo ir a la playa que a la Misa. La vestimenta refleja mucho de nosotros en el lugar donde estamos. Vistámonos con decoro y que los niños aprendan que la Misa es una gran Fiesta y que, por tanto, debemos acudir a ella de la mejor manera, pues allí nos encontramos con Dios.
2. Llegar puntuales.
Cuidamos la puntualidad en ir a clase, en llegar al cine o reunirnos con los amigos para pasar un buen rato... Del mismo modo, no podemos hacer esperar a Jesús.
¿Haríamos esperar a una persona importante, la más importante de nuestras vidas?
3. Que los hijos nos oigan contestar.
Es muy recomendable pronunciar bien, vocalizando, para que ellos oigan y aprendan. Echarles una miradita animándoles a que participen. La pasión es algo que se contagia.
Si tú vives con pasión la Misa, tus hijos aprenderán también a vivirla del mismo modo
4. Cantar.
A los niños les encantan las canciones. Es recomendable asistir a alguna Misa en la que se cante.
Que no te dé vergüenza de cantar en voz alta, recuerda que estás alabando y dando gracias a Dios, no tratando de quedar bien con los demás.
5. Que nos vean atentos y que nos vean rezar.
Por ejemplo, después de la comunión, reza con mucha devoción y respeto (arrodillado si es posible).
Podemos animar a los hijos a que ellos también se pongan de rodillas y recen a Dios dando gracias por el momento vivido.
6. No comer, ni usar el celular, ni chatear, ni jugar.
La Santa Misa es un espacio de conexión con Dios y debemos estar concentrados en este propósito.
Hay un momento para cada cosa y durante la Misa debemos estar atentos a la Palabra, esto quiere decir que no podemos estar distraídos
Sería una gran falta de respeto, además, para todos los fieles presentes, que por estos motivos causes distracciones, los niños no aprenderán espeto por la Santa Misa
7. El respeto al sacerdote.
Cuando el Sacerdote haga presencia debes ponerte de pie en seguida. Responde a cada una de sus peticiones con un "Amén" en dónde corresponda.
8. Misas para niños.
En algunas parroquias hay Misas especiales para los niños, donde hacen del Evangelio más comprensible en un lenguaje infantil por medio de títeres o representaciones. Trata de ubicar alguna, esto puede ser una buena manera para introducirlos
9. Sin regaños.
Si participar de la celebración de la Santa Misa con los hijos se transforma en un campo de batalla para usted mismo, usted está haciendo que ellos desde pequeños tengan una mala actitud hacia la Misa.
Es mejor motivarlos e invitarlos sin obligaciones y castigos. Hágales comprender serenamente que es importante ir a visitar la casa del Niño Dios, como lo hace con sus abuelos el fin de semana o sus amigos.
Por qué Si debes ir a Misa con tus hijos.
Cuando tus hijos van a misa, escuchan la palabra de Dios y las oraciones que lo alaban y lo adoran, sean en cantos o expresiones. Esas frases preciosas que expresan los fundamentos de nuestra fe se repiten semana tras semana, y se quedarán con nuestros hijos en su interior para siempre.
Ir a misa con tus hijos será lo mejor para ellos, pues verán que la Comunión de los Santos está formada por personas reales, viejas, jóvenes, ricas, pobres, sanas, discapacitadas, buenas, malas, aburridas, comprometidas, sinceras, hipócritas, pero todas unidas en el mismo acto de adoración a Dios.
Tus hijos se darán cuenta de que la fe no es para un cierto tipo de persona; es literalmente para toda la humanidad, se darán cuenta de que la Misa es para pecadores que quieren apostar por una nueva vida, no es solo para los santos.
Como padres estamos llamados a asegurarnos de que los hijos asistan a misa todos los domingos y a educarlos para que participen en el principal evento de culto divino para ayudarlos a celebrar y aprender acerca de su fe. Jesús llamó a los niños y reprendió a los que les impedían acercarse a él. Los padres nunca deben tener miedo de asistir a la Santa Misa por temor a que sus hijos sean demasiado ruidosos o perturbadores.