Aprovechemos estos consejos de Santo Tomás Moro para recibir la Eucaristía. Al recibir la Santa Comunión tenemos a nuestro Señor en nosotros
Para recibir la Santa Eucaristía debemos considerar ciertas cosas para poder nutrirnos con plenitud de este Sacramento Sagrado que es el mismo Cuerpo y Sangre de Jesucristo Nuestro Señor. Es por ello que debemos seguir algunos consejos para recibirla, sobre todo si vienen de gran Santo como lo es Santo Tomás Moro, un Doctor de la Iglesia.
La Eucaristía.
La Eucaristía (ˈjuːkərɪst ) también llamada Sagrada Comunión o Acción de gracias por la Cena del Señor) fue uno de los Sacramentos Sagrados instituido por el mismo Jesucristo durante la Última Cena con sus Apóstoles. Cuando Jesús compartió el Pan y el Vino con sus discipulos en esta Santa Cena, les ordenó "hacer esto en memoria mía", refiriéndose al pan como "mi cuerpo" y a la copa de vino como "mi sangre, la nueva alianza".
A través de la celebración eucarística todos los cristianos recordamos el Santo sacrificio de Cristo en la cruz y que se quedó con nosotros en la Sagrada Hostia.
Consejos de un Santo para recibir la Eucaristía.
Este Santo al que nos referimos, es nada más y nada menos que Santo Tomás Moro, quien fue un abogado, filósofo social, autor, estadista y notable humanista del Renacimiento. También fue canciller de Enrique VIII y Lord High Chancellor de Inglaterra. Fue el autor de una obra genial paraEscribió Utopía, publicada en 1516,[10] sobre el sistema político de un estado insular imaginario.
Santo Tomás Moro, fue uno de los principales opositores de la Reforma Protestante, defendiendo la verdadera fe y la Doctrina contra la falsa teología de Martín Lutero, Huldrych Zwingli, Juan Calvino y Guillermo Tyndale. Santo Tomás Moro también se opuso a la separación del Rey Enrique VIII de la Iglesia Católica, negándose a reconocer al Rey Enrique como Jefe Supremo de la Iglesia de Inglaterra y a la anulación de su matrimonio con Catalina de Aragón. Después de negarse a prestar el juramento de supremacía, fue condenado por traición y ejecutado.
En 1935, el Papa Pío XI canonizó a Santo Tomás Moro como mártir de la Iglesia. El Papa Juan Pablo II en 2000 lo declaró el santo patróno de los estadistas y los políticos.
Santo Tomás Moro fue un fiel defensor de la Doctrina de la fe. Es por ello que su consejos de cómo recibir la Eucaristía, debemos tomarlo muy en cuenta.
Consejos para recibir la Eucaristía.
Cuando hemos recibido la Santa Comunión y tenemos al Señor en el cuerpo, no lo dejemos solo. No nos vayamos simplemente a ocuparnos de otras cosas, olvidándonos de Él.
Si uno atendiera de esa manera a un invitado especial sería un pésimo anfitrión. Démosle al Señor la atención y el amor que merece. Hablémosle con una oración sincera y conversemos con Él en una devota meditación..
Si dejamos de lado todo lo demás para atender al Señor, Él nos hablará por inspiraciones interiores y nos dará consuelo espiritual y un mayor beneficio para nuestra alma.
Seamos como Marta, para que toda nuestra actividad exterior esté dedicada a Él, a darle la bienvenida con amor y, por amor a Él, también a quienes lo acompañan, vale decir, los pobres.
El Señor considera que cada uno de ellos es no sólo su discípulo, sino Él mismo. Por eso dice:
"Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de estos hermanos míos más humildes, por mí mismo lo hicieron". (Mateo 25,40).
Y sentémonos también con María, la hermana de Marta, haciendo meditación devota y escuchando con atención lo que nos dice el Señor, nuestro santo Huésped.
Este tiempo de oración es una oportunidad privilegiada: Él, nuestro Creador, que nos dio el ser y a quien hemos ofendido con nuestros pecados y que puede condenarnos o salvarnos, es el mismo que ha venido a ser nuestro Huésped, por su inmensa bondad.
Él está personalmente presente en nuestro interior con el único fin de que le pidamos perdón y así Él pueda salvarnos.
No perdamos, pues, este momento ni dejemos que pase la ocasión. No podemos tener la absoluta seguridad de que volveremos a recibirlo en el futuro.
Tratemos de que Él permanezca en nosotros y digámosle, como los dos discípulos de Emaús:
"¡Quédate con nosotros, Señor!" (Lucas 24,29).
Así estaremos seguros de que Él no se irá de nuestro lado a menos que nosotros mismos lo rechacemos.
Recibir a Jesús Eucaristía.
Con su presencia real en la Eucaristía, nuestro Señor Jesucristo cumple su promesa de estar con nosotros "siempre, hasta el fin del mundo" (Mateo 28,20).
Así lo escribió Santo Tomás de Aquino:
"Es la ley de la amistad que los amigos vivan juntos.... Cristo no nos ha dejado sin su presencia corporal en este nuestro peregrinaje, sino que nos une a sí en este sacramento en la realidad de su cuerpo y de su sangre". ( Suma Teológica III q. 75, a. 1).
Con este don de la presencia de Cristo en medio de nosotros, la Iglesia es verdaderamente bendecida. Como dijo Jesús a sus discípulos, refiriéndose a su presencia entre ellos:
"En verdad os digo que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis y no lo vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron" (Mateo 13, 17).
En la Eucaristía la Iglesia recibe el don de Jesucristo y realiza una Acción de Gracias a Dios por tal bendición. Esta acción de gracias es la única respuesta adecuada, porque a través de este don de sí mismo en la celebración de la Eucaristía bajo las apariencias del pan y el vino Cristo nos da el don de la vida eterna.
"Les aseguro que si no comen la carne del Hijo del hombre y no beben su sangre, no tendrán Vida en ustedes. El que come mi carne y bebe mi sangre tiene Vida eterna, y yo lo resucitaré en el último día. Porque mi carne es la verdadera comida y mi sangre, la verdadera bebida. El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él. Así como yo, que he sido enviado por el Padre que tiene Vida, vivo por el Padre, de la misma manera, el que me come vivirá por mí". (Juan 6,53-57)
Que estos poderosos consejos de Santo Tomás Moro para recibir la Eucaristía, nos haga aprecia este hermoso Don, este precioso regalo de entrar en comunión con el Cuerpo y la Sangre de Cristo.