Mensaje al corazón. Todos deseamos la felicidad, y Dios nos creó para que seamos felices. Cómo vivir mejor y más feliz
Todos deseamos la felicidad, y ciertamente, Dios nos creó para que seamos felices.
La felicidad tiene un papel muy importante en nuestras vidas y puede tener un gran impacto en la forma en que vivimos nuestras vidas y en cómo miramos al mundo y todos los desafíos que este nos presenta.
En este mensaje inspirado en un escrito realizado por el Monseñor Rómulo Emiliani, c.m.f, les detallaremos algunas actitudes que usted debe asumir en la vida para ser una persona feliz, alcanzar la felicidad soñada y triunfar en su vida en todo lo que se proponga.
1. Adquiera valentía
Debe proponerse ser valiente para enfrentarse a los problemas. Llénese de valentía para cada reto.
Esto es primordial si quiere combatir las dificultades del día desde una óptica muy optimisma.
2.- Confíe en Dios y en usted mismo.
¿En qué manos estarán más seguras nuestros sueños, ideas y proyectos, que en las manos de Dios?
Garantiza tu futuro confíando en Dios y en todo lo que Él ha depositado en ti para lograr tu felicidad
3.- Luche contra el miedo
El miedo te paraliza, te quita lucidez,te hace cometer torpezas, y te lleva hacia la depresión.
Sea valiente y decidido; con una postura así irá eliminando los efectos devastadores del miedo al fracaso, al rechazo, a la muerte: todo esto infecta la mente, aturde e impide ver las cosas con lucidez.
4.- Desarrolle su capacidad de asombro
Disfrute y admire las cosas pequeñas o grandes del mundo llenas de maravillas; sí usted mantiene esa actitud a todo lo hermoso le garantizamos que desaparecerán sus tristezas, sus aburrimientos y más aún, su depresión.
Conviértase en un ser sensible a lo positivo. Cultive el corazón de niño que ve todo como nuevo y bello.
5.- Da gracias por la vida.
Lo invitamos a levantarse por las mañanas y diga a sí mismo: ¡que maravilla que sigo vivo! ¡esto es un milagro de Dios! porque es un milagro la vida.
Abra las ventanas de su cuarto, observe el amanecer, el sol que despierta y que va llenando con su brillo el horizonte.
Asómbrese de ver el brillo en los ojos de sus hijos, maravíllese de que Dios lo sigue amando, lo sigue perdonando, de que aquel hombre sigue luchando con su enfermedad. El mundo sigue su curso y hay mucho de bello en él.
6.- Confíe y sea optimista
Sea optimista, siempre espere un mañana mejor, no deje de luchar, no se desanime, no se sienta derrotado, porque es usted el que admite su derrota; mientras usted no lo haga, nadie podrá derrotarlo, sólo usted mismo.
7.- Sea perseverante
El triunfo será suyo si persevera, alimente esa perseverancia. El triunfo aparece cuando se corre esa milla más, cuando se hace ese esfuerzo adicional que mucha gente considera inútil, como un esfuerzo sin frutos; dé usted ese paso que pocos dan.
La diferencia entre la persona que triunfa y el que cae derrotado es ese último esfuerzo para llegar a la meta; nunca se sienta derrotado y no olvide que Dios está con usted apoyándolo en su lucha. El vencerá y con Él todo lo bueno triunfará; y si su causa es noble también usted triunfará.
8.- Con Dios siempre triunfarás
Nuestro Dios es el Dios de la Victoria, el Dios de la Esperanza, del fruto feliz, es el Dios del Triunfo. Repítase siempre que pueda esa frase:
"Venceré, venceré porque Dios está conmigo".
Jamás se sienta derrotado, Dios cree en ti
8.- Lenguaje positivo
Cultive su lenguaje para que sea positivo; se ha demostrado psicológicamente como el lenguaje influye en los pensamientos, en la manera como se miren las cosas.
Evite expresiones como:
"¡que tristeza!", "¡ya no hay nada que hacer!", "¡estoy hundido!", "¡estoy vencido!", "¡esto no tiene remedio!", "¡es imposible vivir en este mundo!", "¡que mundo más desgraciado!", "¡este mundo es de los malos!", "¡hemos venido aquí sólo a sufrir!", "¡es imposible la felicidad!",
Evite el lenguaje negativo porque eso lo condiciona y lo lleva a la depresión, más bien transfórmelo a lenguaje positivo.
9.- Anímese con palabras de confianza
Cada vez que pueda, diga públicamente:
"¡Estoy muy bien!", "¡todo irá mejor!", "¡esto tiene solución!", "¡todo cambiará!", "¡seguiré luchando y venceré!", "¡nunca me daré por vencido!", "¡no estoy derrotado!", "¡Dios nunca me abandona!, El está conmigo y yo venceré".
La forma en que usted se exprese condiciona sus estados de ánimo.
10.- Recordar los fracasos de forma positiva
Recuerde cuantos momentos le parecieron a usted intolerables, que no los podía soportar, y que al pasar el tiempo y con la ayuda de Dios, de sus amigos y familia y que gracias a su voluntad, perseverancia y uso de las facultades que Dios le ha dado, pudo salir victorioso.
Recuerde que muchas de las grandes construcciones requirieron de grandes demoliciones.
11.- Decídete por el triunfo
Decídase a triunfar y empéñese en ello superando así los estados de depresión ya que Dios está con usted y lo capacita para el triunfo.
Dios te conoce y ve tus intenciones, sabe que puedes lograrlo y está dispuesto a ayudarte. ¡Ten Confianza!, ¡No te desesperes!, Confía en Dios, porque Él es Todopoderoso para cambiar cualquier panorama gris que quiera asomarse en tu vida y e nla de los tuyos.
Recuerde siempre que ¡Con Dios, tú eres un invencible!